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El primer contacto formal del nuevo Govern con el potente sector hotelero se escenificó ayer con la reunión que mantuvo el vicepresidente Biel Barceló en lo que constituye la apertura de un diálogo necesario entre quienes gestionarán la política turística de Balears durante los próximos cuatro años y las empresas de alojamiento.

La oposición y el rechazo de los hoteleros a la aplicación de un tributo como la ecotasa ya era conocida de antemano, dado que ningún sector acepta de buen grado un incremento de la fiscalidad, pero ello no debe significar la ruptura de la comunicación. El objetivo a conseguir consiste en un acuerdo en el proceso de la implantación que no puede provocar, bajo ningún concepto, la pérdida de competitividad de las islas como destino turístico.

Biel Barceló es consciente de que no puede renunciar a la ecotasa, compromiso emblemático del nuevo Ejecutivo, pero debe actuar con cautela para alcanzar el éxito. Tanto o más importante que la ecotasa son los cambios en la Ley General Turística aprobada por el anterior Govern para mejorar los establecimientos. Más de 300 millones de euros anuales están en juego. Se impone el diálogo.