La estabilidad y la gobernabilidad del Consell insular y cinco de los ocho ayuntamientos de Menorca (Maó, Ciutadella, Es Mercadal, Es Castell y Sant Lluís) dependen ahora, después de las elecciones municipales y autonómicas, de los acuerdos entre varias formaciones políticas. El PI es decisivo en los municipios de Sant Lluís y Es Castell, y la Entesa en Es Mercadal.
La jornada postelectoral abre un escenario de negociaciones que involucran a PSOE, MÉS y Podemos en el Consell; Ara Maó y PSOE en el Ayuntamiento de Maó; y PSM, PSOE y Gent per Ciutadella en el Ayuntamiento de poniente.
Podemos advierte que no dará cheques en blanco y que está abierto a negociar, pero asegura que no pactará cargos, sino programas, mientras que Conxa Juanola afirma que no quiere «reparto de pastel ni cambios de cromos». Hay coincidencias en los programas de PSOE, MÉS y Podemos, pero también hay discrepancias. Los menorquines se han pronunciado a favor de la pluralidad, y al mismo tiempo reclaman eficacia y rigor en la gestión de las instituciones. La izquierda tiene ahora la oportunidad de pactar para gobernar y evitar los errores del pasado. Este es su gran reto.