08/04/15 0:00
La Semana Santa de este año, ha aportado a sus contenidos y celebraciones religiosas, una inyección de optimismo económico. Desde 2007 no se registraban cifras similares en ocupación y facturación, síntomas de que no solo se recupera el número de visitantes sino también el consumo. El inicio de una temporada turística que se anuncia excepcional obliga a actuar con inteligencia para evitar errores del pasado y aprovechar la oportunidad de la bonanza económica, apoyada por unas circunstancias excepcionales y dramáticas de nuestros destinos turísticos competidores.