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El notable aumento en la recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en Balears, un 21,7 por ciento más que el año pasado de enero a noviembre -856,7 millones de euros en cifras absolutas- constituye un dato objetivo que refleja el incremento del consumo en las Islas. Es un índice positivo pero sin ningún efecto beneficioso sobre las cuentas públicas de la Comunidad Autónoma.

El actual sistema de financiación penaliza esta mejora porque incrementa las aportaciones destinadas a los fondos de solidaridad interregional. Es un bucle infernal con el resultado de que los ciudadanos de Balears somos los principales perjudicados. Desde el Govern no ocultan su incomodidad por el castigo financiero que sufren las Islas por parte del Estado.

Las promesas de mejora, que implicaban un nuevo modelo de financiación autonómica, no se han cumplido, por lo que persiste un agravio comparativo que padecemos desde hace años, incluso cuando la economía entra en recuperación.

Hay unanimidad en la queja social y política de Balears. Govern, consells, ayuntamientos, empresarios y sindicatos coinciden en una reclamación que exige una respuesta sin demora.