La ministra de Fomento, Ana Pastor, pide a las compañías aéreas que repercutan en el precio del billete el descenso de los combustibles, que estos últimos meses registran una caída vertiginosa. La evolución de la cotización del petróleo en los consumidores es muy rápida cuando es al alza y, en cambio, muy lenta cuando disminuye el coste de los carburantes.
Las declaraciones de la ministra Pastor constituyen un gesto de cara a la galería porque la mayoría de las aerolíneas trabajan con precios cerrados para el combustible, con plazos de entre tres y seis meses, de modo que ahora lo están pagando incluso por encima de su cotización oficial, porque el descenso de estas últimas semanas no se había previsto.
Lo más preocupante es que el Ministerio de Fomento sigue ignorando la realidad de Balears, no resuelve los graves problemas de conectividad que impiden prolongar la temporada turística y no zanja la especulación de las compañías en las fechas de más demanda.
Es preciso que Madrid asuma que los ciudadanos y las empresas de Balears nos encontramos en desventaja respecto a quienes residen en la península. Lo comprenda y responda.