Pedro Sánchez se convierte en el nuevo secretario general del PSOE en un momento especialmente difícil para esta formación política. Economista de formación, de 42 años, ha sido concejal por Madrid y diputado del Congreso. En las elecciones celebradas el domingo se impuso por una amplia mayoría a Eduardo Madina, que era visto como el sucesor natural de Pérez Rubalcaba, y a Pérez Tapias.
El PSOE-Menorca, como ya ocurrió al decantarse por Aina Calvo en lugar de Francina Armengol como candidata socialista al Govern, vuelve a pronunciarse a favor del candidato que ha perdido: un 64 por ciento de los socialistas menorquinas optó por Madina y solo un 26 ha apoyado al nuevo secretario general de su partido.
En Pedro Sánchez se concentran ahora las esperanzas de la militancia para dar estabilidad y cohesión al PSOE. Representa el cambio generacional, pero debe afrontar las contradicciones ideológicas y las disputas que han sumido al Partido Socialista en la depresión electoral y el desconcierto. Para remontar, el PSOE necesita un liderazgo sólido e integrar los distintos sectores en la nueva ejecutiva federal sin erosionar al nuevo secretario general.