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El grave accidente registrado este año en los Jocs des Pla -que acabó motivando su suspensión- ha abierto un intenso debate sobre las medidas de seguridad y la organización de las fiestas de Sant Joan de Ciutadella. El fallecimiento de la mujer que sufrió severos traumatismos tras ser arrollada por un jinete al galope ha avivado este debate que pone sobre la mesa la necesidad de analizar y valorar los actos de Sant Joan, con la participación de todos los implicados.

Sant Joan ya no es una fiesta local. Su fuerza plástica, atractivo y la espectacularidad de los Protocols atrae cada año a Ciutadella a miles de personas que se concentran en los mismos escenarios urbanos.

Es preciso aplicar nuevas medidas, lo que implica valorar las precauciones que se adoptan en otras fiestas populares con momentos de gran riesgo. Los «jocs i corregudes des Pla» entrañan el mayor peligro por la aglomeración humana en este espacio. Entre las actuaciones a impulsar sobresale un riguroso plan de seguridad redactado por profesionales, redefinir el operativo de asistencia sanitaria, cómo garantizar las comunicaciones y el paso a los caballos al galope entre la multitud. En definitiva, unas fiestas seguras.