La decisión anunciada ayer por Alfredo Pérez Rubalcaba de no optar a la reelección como secretario general del PSOE y abrir el inaplazable proceso de renovación es consecuencia de la derrota sufrida el domingo por los socialistas, que supone su peor resultado electoral.
Un congreso extraordinario decidirá en julio quién se sitúa al timón del partido para recuperar la credibilidad como alternativa de gobierno y también como ejemplo de oposición eficaz. Rubalcaba admitió que los resultados de las europeas han sido «malos sin paliativos», porque además de ganar su contrincante directo, el PP, han seguido perdiendo apoyos y eurodiputados.
El PSOE, hoy a las puertas de su refundación, ha sufrido la desafección de sus electores. Es el momento de adoptar decisiones, que también provocan voces críticas en Menorca. Son militantes que cuestionan la indefinición en la que sigue instalada la dirección insular al demorar la designación del candidato al Consell cuando solo falta un año para las elecciones municipales y autonómicas.
Corresponde a Vicenç Tur liderar este urgente proceso interno para despejar las dudas en el seno del PSOE insular.