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A las puertas de la temporada turística del 2014 mejoran los índices de confianza empresarial en Menorca, de forma que, mientras al arrancar la temporada del 2013 un 56 por ciento de las empresas menorquinas pronosticaban una actividad igual o mejor, ahora, un año después, este porcentaje se incrementa hasta el 72 por ciento.

Nuestra isla presenta aún indicadores que reflejan preocupación, con el aspecto positivo de que disminuyen. Si hace un año el 44,25 de los empresarios menorquines se mostraba pesimista sobre la evolución de su negocio, doce meses después se ha reducido al 27,17 por ciento. En conjunto, un cambio de tendencia que demuestra un mayor ánimo y que refleja la recuperación del pulso de la actividad económica de Menorca, centrada en el sector servicios. El turismo y sus subsectores generan más del 80 por ciento del PIB insular.

En este escenario, con la construcción y la industria instaladas en una severa atonía, debemos contextualizar el aspecto clave: el gasto por visitante, lastrado en gran medida por el 'todo incluido'. El incremento de visitantes para este año —gracias al esfuerzo de promoción realizado por el Consell insular desde la Fundació Destí- debe aportar más ingresos a la economía menorquina, incentivar la contratación e incrementar las ventas y el consumo.