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El Consorci de Residus Sòlids Urbans de Menorca -formado por el Consell y los ocho ayuntamientos de la Isla- ha llegado a la conclusión de que no resulta rentable ni se aprovecha el esfuerzo económico de separar los residuos de naturaleza orgánica porque al final se mezclan con otros materiales en la planta de compost de Milà.

El resultado: la materia orgánica se trata como basura común por la gran cantidad de desechos impropios, o sea no orgánicos, que contiene.

La decisión que se adoptará para los municipios de Ferreries y Es Migjorn Gran constituye el punto de partida para la creación, en el futuro, de un servicio insular que se encargue de la recogida y tratamiento de la materia orgánica.

Esta actuación implicará la modificación de los actuales contenedores para la recogida de la materia orgánica. Pero al mismo tiempo es preciso llevar a cabo campañas de información y sensibilización para concienciar a los menorquines sobre la necesidad de llevar a cabo una buena separación en origen, que hoy se realiza de forma incorrecta. Un buen compost se obtiene a partir del trabajo de separación de los residuos en cada domicilio.