Quisiera aprovechar este espacio para expresar mi profunda preocupación por la falta de control sobre el ruido excesivo que generan muchas motos en Ciutadella, especialmente durante las horas de la siesta u horas de descanso nocturno.
No es raro que el estruendo de estos vehículos por «sa contramurada» i/o la Ronda tan cercana a la ciudad, despierte a los vecinos, interrumpiendo su descanso y afectando su calidad de vida.
Es alarmante que, en una isla como Menorca, reconocida como Reserva de la Biosfera por la Unesco, no se estén tomando medidas adecuadas para combatir este problema que es supone un verdadero atentado contra la salud pública.
La contaminación acústica no solo afecta a los residentes, sino también al entorno natural, que debería ser motivo de especial cuidado y protección.
Sorprende, además, que no haya un atisbo de intención de fomentar una transición hacia las motos eléctricas a medio plazo, lo cual solucionaría definitivamente el problema del ruido. No hay ninguna razón, ni técnica ni mecánica, para que una moto produzca tanto ruido, salvo la que parece derivar de la condición mental de su conductor o propietario, que tal vez asocia el sonido con una forma de llamar la atención.
En otros lugares, se han implementado soluciones tecnológicas como los radares de ruido, que permiten identificar y sancionar a los vehículos que superan los niveles sonoros permitidos.
No entiendo por qué en Ciutadella no se han puesto en marcha estas medidas, cuando sería una solución sencilla y efectiva.
Es urgente que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto y comience a aplicar este tipo de soluciones para preservar tanto el bienestar de sus ciudadanos como el entorno natural que tanto nos enorgullece.