Seis veces hemos llamado a la policía

La señora de 82 años, que hace 10 días no daba el perfil para ingresarla en un centro de rehabilitación porque una pielonefritis (infección de orina severa y grave) no lo requiere. Que mandaron del hospital para casa, no a su casa, que ella no vive aquí habitualmente, sino a mi casa para que se «recuperara». No sé cómo, ya que como expuse en mi anterior escrito, padece obesidad y múltiples patologías y en mi casa estamos mi hija que trabaja 12 y hasta 16 horas diarias, que además tiene tres niños de 4, 8 y 10 años, que dicho sea de paso, han vivido durante estos días este lamentable y patético cuadro, y yo, que también trabajo, claro y afortunadamente. Entre mi hija y yo no llegamos al peso de mi madre y entre las dos y el padre de mis hijos, que está recién operado del corazón, nos hemos deslomado, nos hemos partido la espalda, nos hemos partido el alma para moverla, pera llevarla de la cama a un sillón a medio metro, para sentarla en la mesa que pudiera comer y no estuviera en la cama todo el tiempo, para intentar que cogiera fuerzas, para llevarla al baño ya que la mujer necesita hacer sus necesidades, valga la redundancia. Seis veces hemos tenido que llamar a la policía Municipal de Alaior…¡seis veces en 10 días! y lo hemos hecho cuando ya no podíamos más y no había forma de moverla, ni con la ayuda de mi yerno o algún amigo. Bien, pues esa señora que ha cotizado, ha pagado impuestos, etc…etc… y que no da el perfil, vuelve a estar ingresada en el hospital Mateu Orfila con infección de orina, después de haber estado tomando antibiótico durante todos esos días, fue acabar el antibiótico y ayer, día 5 de junio, vuelta a urgencias. Parecía una muñeca de trapo, no se le sostenían ni las manos. Pero no daba el perfil para un Centro de rehabilitación, ahora ya, quizás, sea tarde para rehabilitarla, esperemos que no. Dios no lo quiera.