Si alguien padece un infarto en Menorca tiene menos probabilidades de sobrevivir que si le sucede en Mallorca, porque en Menorca no tenemos una sala de hemodinámica dónde se pueda practicar un cateterismo cardiaco y en estos casos el tiempo transcurrido es vital. Si en Menorca se contase con estas instalaciones y el personal médico correspondiente podría evitarse el tiempo que transcurre hasta que se consigue que un menorquín pueda ser tratado en la mesa de una sala de hemodinámica con la consiguiente disminución del riesgo para la vida del paciente. Se trata de un ejemplo extremo de los perjuicios para la salud y hasta del riesgo para la vida de los enfermos que sufren un síndrome coronario agudo que puede llegar a provocar la doble insularidad.
La doble insularidad se define como depender de otras islas a las que ya les afecta la insularidad. O la insularidad de la insularidad.
Los informes del Comité Económico y Social de la UE, del Comité de las Regiones y del Parlamento Europeo coinciden en que todas las regiones insulares sufren desventajas permanentes causadas por su aislamiento y lejanía y en que estos inconvenientes se multiplican en los casos de doble insularidad.
Solo los que vivimos en las Islas Menores (en Canarias las llaman «islas no capitalinas» en contraposición a Gran Canaria y Tenerife) conocemos y sufrimos el verdadero significado de la doble insularidad. La describen rasgos como el sobreprecio de los transportes, los costes adicionales que debemos soportar por un gran porcentaje de productos, especialmente de primera necesidad, por el simple hecho de residir en una isla menor. Pero la doble insularidad no solo se limita al transporte. Existen otras muchas limitaciones de tipo social que pasan casi desapercibidas en las islas «capitalinas» pero tienen un precio alto en las periféricas: traslados frecuentes o urgentes por problemas sanitarios; estudios universitarios más costosos; desplazamientos para resolver asuntos comerciales, etc. son, entre otras, diferencias que deberían incluirse y tratarse como perjuicios sociales motivados por la doble insularidad.
Además en Ciutadella sufrimos una especie de triple insularidad por el hecho de tenernos que desplazar a Mahón para acceder a ciertos servicios públicos. Lo cual en algunos casos es inevitable por elementales razones de economía administrativa pero en otros no lo es y sucede precisamente al contrario, porque es mucho más razonable que se trasladen un funcionario o dos un día a la semana que no que tengan que desplazarse a lo largo de todo el año cientos o miles de ciudadanos a Mahón. Buen ejemplo de ello es el servicio prestado un día a la semana -incomprensiblemente interrumpido durante mucho tiempo a pesar de las reivindicaciones de todos los grupos políticos municipales- por parte de la Seguridad Social desplazando una funcionaria a Ciutadella para atender diversos asuntos, trámites relacionados con pensiones, etc.
Aunque la legalidad vigente establece que uno de los principios de acuerdo con los cuales deben actuar las administraciones públicas es el de descentralización, en realidad cada vez tenemos unos servicios menos descentralizados y más alejados de los ciudadanos.
El último ejemplo del progresivo empeoramiento y desatención de servicios sucedido en fechas muy recientes, es que se ha eliminado la Capitanía Marítima que estaba situada en el edificio de la Casa del Mar de Ciutadella y daba un buen servicio a los pescadores profesionales, empresas náuticas, de alquiler de embarcaciones y propietarios de embarcaciones de recreo. Lo cual ha generado las naturales quejas al tener que realizarse en Mahón los tramites que hasta ahora se efectuaban en Ciutadella (Matriculaciones de todas las embarcaciones de todas las listas -de pesca, recreativas, de alquiler, barcos de excursiones turísticas, etc.- Tramitaciones de titulaciones, carnets de patrón, motoristas, radio teléfono, etc. Tramitaciones de inspecciones de buques, casco y motor, salvamento etc. Despachos de todas las embarcaciones en general. Anotaciones en el rol de las revisiones de certificados cuando caducan, botiquines, material de salvamento -extintores, bengalas, radio balizas, balsas salvavidas-).
Se ha empeorado evidentemente el servicio porque los pescadores profesionales o la Cofradía de Pescadores, empresas náuticas y particulares que realizaban numerosos trámites a través de dicha Capitanía, ahora tienen que trasladarse a Mahón y en el mejor de los casos efectuarlos parcialmente via fax para después tener que desplazarse igualmente a Mahón para poder sellar los documentos.
Teniendo en cuenta que en Ciutadella continúan estando las oficinas que se han empleado hasta hace muy poco en la Casa del Mar, una solución sería que el Capitán Marítimo y/o su secretario acudieran un día por semana a Ciutadella para que los ciudadanos afectados pudieran realizar los trámites desde aquí evitando desplazamientos innecesarios.
Razones por las cuales el Grupo Municipal de UPCM presentará al próximo Pleno una moción para instar al organismo competente a que en vez de obligar a todos los afectados de Ciutadella a desplazarse a Mahón, se tomen las medidas necesarias para que un día a la semana puedan realizarse en Ciutadella los trámites que hasta ahora se efectuaban en las oficinas de Capitanía Marítima.