Somos los papás de Júlia Moya, por la cuál este diario se interesó el año pasado cuando pudimos pasar unos días en mayo (del 20-27) en nuestra casa con el permiso de los médicos que la estaban tratando en Barcelona de una leucemia aguda desde que se la diagnosticaron el 28 de diciembre en un control rutinario pensando que tenía un resfriado más fuerte de lo habitual.
El motivo por el cuál nos ponemos en contacto con vosotros es para hacer saber a todos aquellos que se han interesado por su estado de salud durante este año, ya sea con llamadas, mensajes o con el boca a boca que Júlia ha cumplido su sueño de ir a Disney y conocer a su princesa favorita, la Cenicienta.
Queremos agradecer el esfuerzo que han hecho muchos amigos y desconocidos comprando las pulseras que con tanta ilusión y durante muchas noches hacíamos con el proyecto de algún día ir a Disney. A otros que simplemente han dado dinero o han organizado rifas para ayudarnos económicamente.
También estamos y estaremos inmensamente agradecidos al cariño recibido por todo el pueblo de Es Mercadal que se ha volcado con nosotros teniendo en cuenta que nos conocían muy poco pues llevamos 3 años y medio vivivendo en la isla. Desde el alcalde que nos ha llamado personalmente preocupándose y
dándonos ánimo y como no a las tiendas y amigas/os que desinteresadamente se han dedicado a vender las pulseras de Júlia.
A Xavi y Mónica, que fueron de los primeros en visitarnos en el hospital y que no hemos dejado de recibir Whatsapps a diario y que nos han hecho sentirlos tan cerca como si los tuviéramos en la silla de al lado a pesar de estar en Menorca organizando un partido a beneficio de Júlia o hablando con un programa de radio para que se conociera nuestra situación.
A Gemma Soler,por su abrazo en el hospital y sus visitas con la mejor amiga de Júlia(Aixa) que tanto supuso en el estado de ánimo de Júlia.
Perdonad si nos olvidamos de alguien, pero hemos sentido de cerca que todo el mundo nos daba su cariño aunque fuera con una mirada o una sonrisa y eso lo llevaremos siempre en el corazón.
Aunque seguimos con el tratamiento y Júlia ha mejorado mucho, esto no ha terminado y queremos hacer llegar otro mensaje a todos los menorquines: Que esta enfermedad está más cerca de lo que nos pensamos y que toda colaboración es poca. Hay asociaciones que ayudan a padres y a niños con estas enfermedades y sólo te das cuenta de lo importantes que son cuando te ves en un hospital durante meses y los primeros que se acercan a brindarte ayuda y apoyo emocional son asociaciones como Aspanob o Afanoc, que con la colaboración de múltiples voluntarios te hacen la estancia «más llevable».
Muchísimas gracias a todos!