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Estos días se ha dado publicidad* a un dato difundido por la OMS (Organización Mundial de la Salud), la Federación Internacional de Diabetes (IDF) y la Universidad de Newcastle (Callaghan, Australia), sobre el hecho de que dejar de fumar reduce el riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2 (DM2) entre un 30-40%. Algo que dicho tal cual impacta pero que a este comentarista sanitario le hace reflexionar.

Sí que es cierto que abandonar este hábito influye, sobre todo en el manejo y el desarrollo de las complicaciones derivadas de esta alteración metabólica, y que el tabaquismo tiene alguna influencia en la regulación del metabolismo glucídico, como veremos, sin embargo el cese de este hábito sin más pudiera tener algún efecto no deseado en este aspecto.

La recomendación se basa en una revisión sistemática de 6 estudios sobre los resultado en salud de la DM2, del consumo de tabaco y de la patofisiología de éste, de su papel en el desarrollo de la DM2, y sobre todo de la relación de los nuevos productos para la deshabituación de esta adicción y su relación con la misma.

En este sentido Shuai Yuan et al (Sci Rep 2019) hace algunos años estudiando la relación causal de ambas situaciones, entre el inicio del hábito tabáquico y la DM2, realizaron un metaanálisis de 32 estudios de asociación de todo el genoma humano entre uno y otro (DIAbetes Genetics Replication And Meta-analysis consortium) que incluyó a 898 130 individuos de ascendencia europea. Según éste existiría una asociación genética estadísticamente significativa entre el inicio del tabaquismo y la DM2 que fundamentaría lo manifestado de evitar este hábito, o reducirlo, como forma de prevenir la DM2. De otra manera, pero en el mismo sentido, se ha demostrado en estudios caso-control de fumadores frente a no fumadores (F S Facchini et al -Lancet 1992) cómo el tabaco aumenta la resistencia a la insulina, sustrato de la DM2, y actúa sobre ciertos lípidos (triglicéridos, HDL-colesterol) y ambos serían los causantes del mayor riesgo de padecer enfermedad coronaria (infarto, angina de pecho) de estas personas.
Estas evidencias y otras apoyan la recomendación que evitar el tabaquismo prevenimos la DM2 y sus complicaciones, en este caso cardiovasculares.

Sin embargo, la afirmación inicial sin más puede no ser del todo acertada pues la deshabituación tabáquica en solitario, es de todos conocido, que aumenta el peso corporal, causa fundamental de la DM2. Las causas de este incremento ponderal van desde razones metabólicas hasta psicológicas, de ahí que en la deshabituación del tabaquismo no solo se deba abordar esta adicción en sí, si no en incidir sobre cambios saludables más amplios de los estilos de vida.
Así un estudio publicado hace cinco años por Hu Y, Zong G et al (N Engl J Med. 2018) tras el seguimiento de los cambios cardio metabólicos de tres importantes cohortes poblacionales de EEUU; en total 162.807 personas del Nurses' Health Study, del Nurses' Health Study II, y del Health Professionals Follow-up Study, sin DM2, enfermedad cardiovascular (ECV) o cáncer; comparando aquellas que habían abandonado su adicción al tabaco frente a los que no y durante un seguimiento medio de 19,6 años, llegaron a demostrar lo evidente.

Los resultados de este importante estudio fueron que el riesgo de padecer DM2 se incrementó entre los que recientemente habían renunciado a este hábito (entre 2-6 años) frente a aquellos fumadores en dicho momento, un riesgo que aumentó hasta los 5-7 años tras el abandono del tabaco, tras el que fue disminuyendo progresivamente; un incremento ponderal que fue parejo al riesgo de padecer DM2. Así si la ganancia ponderal se encontraba por encima de 5 kg ya se constató un aumento del riesgo de presentar DM2, aumentando progresivamente y siendo importante cuando era mayor de 10 kg. De modo que, en sentido contrario, aquellos que no aumentaron de peso no incrementaron su riesgo de padecer DM2. Y lo más importante que la mortalidad no aumentó entre los que cesaron en su hábito tabáquico independientemente del aumento de peso.

En este concluyen que cesar en el hábito tabáquico sin más aumenta el riesgo de incrementar el peso corporal y éste se relaciona con un aumento del riesgo de DM2, aunque este no haría variar sus efectos preventivos a nivel de la mortalidad, fuera cardiovascular o por cualquier causa.

De ello se desprende que en cualquier caso el abandono de tabaquismo tiene efectos beneficiosos, pero una cosa es evitarlo y otra establecer estrategias de abandono del tabaco sin hacer cambios de los estilos de vida de más calado (alimentación, ejercicio...) para que con ello se contrarreste este frecuente efecto secundario, se aumente la adherencia al cambio, del éxito del programa de deshabituación y se evite el riesgo de incremento ponderal y de la DM2.

* «Quitting smoking cuts your risk of developing type 2 diabetes by 30–40%. 14 November 2023» Departmental news Geneva