Hasta hace pocos años la mayoría de estos asuntos quedaban fuera de la preocupación científica general, aunque, como recuerda Castellanos, ya los antiguos, egipcios, griegos y romanos, así como la tradición hindú y china, intuían la relación de cuerpo y mente. En el libro cita las ideas de Imhotep, Hipócrates, Aristóteles o Averroes que defendían este concepto de una biología integral
La diferencia es que de la mera intuición de los pensadores del pasado se ha pasado ahora a las evidencias comprobadas experimentalmente.
“Durante los últimos siglos, no muchos, - señala la neurocientífica- el entendimiento humano se ha estudiado desde lo abstracto de las ideas y su vertiente biológica se centraba, exclusivamente, en la función del cerebro. El resto del cuerpo y el cuerpo en sí eran tan solo su soporte. El organismo y la postura corporal no tenían el más mínimo papel en el escenario de la mente humana”.
Este libro nos habla de la revolución científica que comienza a conciliar el cerebro con el resto del cuerpo. De hecho, hasta hace bien poco el conocimiento científico rechazaba o desconocía muchas de las evidencias que se presentan en Neurociencia del cuerpo.
En sus páginas, como dice la autora en el prólogo, “descubriremos el océano de microorganismos que habita en nuestro intestino y que moldea los factores de crecimiento neuronal, sin los cuales no podría brotar el aprendizaje. Pondremos nombre a los mecanismos de interferencia del intestino sobre la psicología, para resaltar una vez más la importancia de los hábitos del estilo de vida en nuestro bienestar. Seguimos subiendo hacia la cima y llegamos hasta los pulmones. Ahí veremos cómo la influencia de la respiración sobre la actividad neuronal deja su impronta en la atención, en la memoria, así como en la expresión de las emociones. Comprenderemos, científicamente, que la respiración, cuando es voluntaria y consciente, guía la plasticidad neuronal para esculpir o reorganizar la arquitectura cerebral. Seguidamente llegaremos al trono del corazón, el perenne rival del cerebro. Desde la anatomía veremos que el latido cardíaco impacta sobre la actividad de las neuronas de las áreas cerebrales más involucradas en la percepción: la percepción subjetiva, aquella que cada uno construimos de la maleable realidad”.
Madrileña, de 55 años, Castellanos es licenciada en Física Teórica y doctor en Neurociencia. Actualmente es la directora de investigación del proyecto Interacción Cerebro- Cuerpo durante la Meditación desarrollado por la Universidad Complutense de Madrid. Su libro, resultado de once años de investigaciones, abre nuevos caminos a nuestra concepción del cuerpo humano y la mente como en su día los abrió Daniel Goleman en el campo de la psicología con “Inteligencia emocional”.
Neurociencia del cuerpo. Cómo el organismo esculpe el cerebro
Nazareth Castellanos
Editorial Kairós
246 páginas
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