Los Bucaneros se ha visto afectado por el colapso que sufre la Dirección General de la Costa y el Mar en la renovación de concesiones. Tras el final de la concesión para poder abrir el año pasado y el inicio de la nueva se ha generado «un vacío legal que la administración de momento no ha encontrado la manera de salvar», explica Anglés. Han intentado con «la ayuda y la empatía» del personal de Costas en Menorca y del Ayuntamiento de Sant Lluís lograr primero una autorización temporal para poder abrir este verano mientras en Madrid se resolvía la nueva concesión, pero la demarcación balear se la ha denegado y ahora están pendientes de gestiones en la capital de España, donde centenares de expedientes como el suyo se acumulan sin que terminen de resolverse.
Tanto la familia propietaria, como los gestores y los trabajadores «estamos muy tristes, habíamos depositado mucha ilusión en esta temporada», explica Anglés, quien asegura que llevan meses preparando la reapertura en la que iba a ser su segunda temporada. Habían mejorado las instalaciones, formado a nuevo personal y preparado merchandising de Los Bucaneros: «No es un simple chiringuito, está muy vinculado a los mejores recuerdos de infancia y juventud de miles de personas: de alguna forma les pertenece a ellos y este año no lo podrán disfrutar».
Defienden que el establecimientos ofrece un servicio importante para una de las playas más conocidas de la costa de Sant Lluís. Además gestionan los lavabos de la zona, encargándose de su mantenimiento, reposición y limpieza, un servicio que este año se perderá por el cierre del local: «La zona se está degradando», lamenta, antes de insistir en la sensación de «desolación y desamparo» que les embarga en estos momentos.
Anglés deja claro –muchos clientes se han indignado con ellos por no abrir– que se trata de «un problema de carácter administrativo»; sin embargo, sigue pensando que «la administración está haciendo todo lo posible para encontrar una solución». No descarta que si, contra todo pronóstico, llega la autorización, puedan abrir «en cualquier momento».»
Apreciado lector, el colapso de la Dirección General de la Costa y el Mar en la renovación de concesiones, a los usuarios de la playa de Binibèquer nos importa un carajo, que espabilen, trabajando como si fuera una empresa privada,vatuadell cent llamps, ya sabemos como actúan en general las administraciones.
Siempre he comentado que no soy un forofo de ir de playa, pero desde hace muchos años hemos sido habituales a la playa de Binibèquer, por comodidad en aparcar, arena limpia y personalmente el tener la barra de Los Bucaneros, a unos pocos metros del mar y poder tomar una caña de cerveza tranquilamente, controlando a mis nietos, hace años, cuando se bañaban...Una persona que estaba siempre en el mismo sitio a la sombra leyendo, era mi añorado Emili de Balanzó Q.E.D. Supongo que tu cabreo sería monumental, si estuvieras con nosotros. Como usuario y Síndic de Greuges.
Gracias a B.A. he sabido que su abuelo Juan Moysi Crespi, había inaugurado el chiringuito en el año 1968 (aunque en 1963 ya tenían permiso local) ... Su abuela Mercedes Beltrán Rita, metida casi 20 años, en cocina de 20 metros cuadrados ... Este tipo de trabajadores y emprendedores, son memoria histórica de los menorquines y visitantes.
Para finalizar, pienso que los mandamases de Dalt la Sala de Sant Lluis, deberían haber tomado cartas en el asunto y apretar a la administración Balear, para que se hubiera autorizado a la empresa privada explotarlo, seguro que hubieran pagado religiosamente los impuestos ... ¿Lo han hecho?
José Barber Allés
Mochilero
josebarberalles@gmail.com
4 comentarios
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Un altre punt de vista: Visc a Cala Binibèquer, hi vaig cada dia amb es meus fills petits i he de dir que està més tranquila que mai. I ens agrada també veure que la zona de concessió de tumbones s'ha reduit i queda arena lliure per a tots. Els veins ho agraïm també.
Yo propongo que hagamos una colecta entre todos los residentes en Menorca y le devolvamos a las bodegas Binifadet todo el dinero que pusieron para quedarse con el chiringuito de Binibeca. ¿No les parece?
Siguen con lo mismo, lo que es tener poder en la prensa. El chiringuito no abrió porque hubo irregularidades, se pensaban que arreglando con las autoridades locales, sus amigos del Ajuntament, ya era suficiente, pero no fue así. Si el Ajuntament se moviera así por el usuario y las playas de Sant Lluís tendríamos unas playas hermosas, por el contrario las playas están hechas un asco, Punta Prima todavía sin boyado de baño y con unos hierros en medio de la playa que además de feo son muy peligrosos para los niños. Pero bueno, sigamos pateando el balón para fuera y culpar a los demás…..
Apreciado José, se puede decir más alto pero no más claro. El problema que tenemos los contribuyentes, es que la administración no está sujeta ni a evaluaciones de calidad de su servicio ni de productividad. Así las cosas, como van a mejorar o al menos cumplir objetivos. Sigamos con las citas previas y toda gestión posible por intenet y todo va a mejorar, pero solo para algunos.