La visita de un nutrido grupo de voluntarios al faro de Favàritx el pasado 23 de Febrero dejó muy buena impresión. En primer lugar por la excelente acogida y explicaciones o que nos prestó José Barthélemy, uno de los tres técnicos de señales marítimas a cargo de todas estas señales en Menorca, como sabemos dependientes de la Autoridad Portuaria. En segundo lugar porque el tiempo acompañó con un sol radiante y en tercero porque resultó que Favàritx es mucho más que un faro. En efecto, gracias al interés, a un suponemos que persistente esfuerzo a lo largo de años enteros, y a un indiscutible buen criterio, otro técnico, a quien nos gustaría poder saludar algún día, consiguió dar forma a un verdadero museo de señales marítimas. Con estos ingredientes el interés y provecho de la visita estaba asegurado, pues pudimos hacer un gran repaso de las tecnologías de la señalización marítima (faros, boyas flotantes, balizas) en lo relativo a fuentes de energía, su manejo (gases como el acetileno, líquidos como el aceite lampante antiguamente, etc.), los sistemas de generación de las características de cada señal (destellos, luz fija, aparatos ópticos) y muchos detalles más. Todo ello permitió sin duda que el grupo se hiciese una idea cabal de la misión que los torreros de faros debían cumplir, con todos los esfuerzos físicos del acarreo, control de funcionamiento, mantenimiento y tantas más, y la preocupación constante por asegurar el perfecto funcionamiento de las señales.
Favaritx...y María del Mar Bonet
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