El pasado día 17 los voluntarios de la Isla del Rey celebramos la comida de Navidad en el Restaurante del Aeroclub. El evento fue aprovechado para visitar una galería subterránea de las varias, olvidadas obras de ingeniería militar existentes en el viejo Aeródromo, obras prácticamente desaparecidas de la vista al estar sus entradas tapadas por la maleza que el terreno a desarrollado con el paso del tiempo y el abandono de estas instalaciones totalmente en desuso. Su construcción (fosos, túneles, rampas para hangares subterráneos, refugios y galerías), es historia que merece la pena no olvidar.
Hasta el mes de agosto de 1936, el Puerto de Mahón contaba con una escuadrilla de hidroaviones Savoia-S62 perteneciente a la Aeronáutica Naval Española, que al completo fue ordenada dar apoyo aéreo al que resultaría fracaso desembarco de tropas a Mallorca, provocado por el lento desembarco y avance del frente, que al contra ataque militar de Mallorca provocó una descoordinada retirada republicana, que originó también la pérdida total de la escuadrilla de Mahón. Los Savoia-S62 que se pudieron salvar del desastroso desembarque volaron a la Base del Puerto de Barcelona.
Con este antecedente, el 8 de Febrero de 1939, final de la Guerra civil para Menorca, el Gobierno Menorquín había construido estas obras inacabadas, indicadas al principio, y una extensión de 850 metros de terreno para operaciones de despegues y aterrizajes, propiciando así, que el día 9 tomara tierra un caza nacional Fiat CR-32 con piloto italiano.
En el aeródromo, se instala seguidamente un destacamento militar de aviación y durante la 2da. Guerra mundial (1939-1945) aterrizan aparatos con problemas técnicos que por la neutralidad de España en la contienda no despegaron jamás, acabando finalmente en manos del chatarrero en 1949 al ser inaugurados los vuelos regulares de AVIACO.
Creo justo hacer referencia a la visita del último caza Fiat CR-32, al mando del Teniente Coronel José Díaz Rodriguez, Ingeniero Aeronáutico, Jefe de la Maestranza Aérea de Baleares. Era verano de 1945, recién terminada la 2ª segunda gran Guerra, los niños de Mahón jugábamos por barriadas en la calle cuando sobre las 6 de la tarde nos sobrevino el ruido que nos hizo levantar la cabeza para ver en la Plaza España un biplano verdoso a la altura del campanario de Santa Maria que cruzando a través de una bandada de palomas, algunas nos cayeron descuartizadas a nuestros pies. Pasaron muchísimos años recordando este vuelo rasante sobre Mahón y la casualidad hizo que llegara a completar la historia. Este Ingeniero y Piloto Militar era cuñado de la familia Alejandre-Sintes, que en esta época vivía en Palma con su esposa menorquina y sus tres hijos, hacia un año que acudía al puesto de su empleo en Son Bonet enfermo de leucemia, ese día, comió y pasó unas horas con su familia y con 44 años falleció en Palma el año 1946, donde reposan sus restos en el Panteón Militar.
Antonio Pons Villalonga
Expresidente Real Aeroclub Mahón-Menorca
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