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Las fiestas patronales de cualquier pueblo de nuestra isla, es como una representación, bien sea teatral, deportiva, cultural, etcétera. Hay un colectivo de personas que son los voluntarios que dedican horas para que el día del estreno sea un éxito y que el público disfrute participando como actores.

Tengo por costumbre, los años no perdonan, participar solamente en nuestras fiestas patronales de la Mare de Déu de Gràcia. El día 8 Festividad de nuestra patrona, al mediodía – en la plaza de la Conquista - estuve hablando con un voluntario de Protección Civil, para elogiar el trabajo que desempeñaba este colectivo, mientras centenares de ciudadanos participaban activamente en el Jaleo de la vecina plaza de la Constitución. Cuando me comentó que para ellos su trabajo, o sea, participar en los actos programados por los de Dalt la Sala, había comenzado el pasado 25 de agosto, consulta pertinente al programa festivo – portada preciosa de Zaca – y vatuadell cent llamps, efectivamente dicho día hubo el concierto de David Bisbal, y hasta el 14 de septiembre acto tras acto.

La plaza de la Conquista era espectadora del ir y venir de los voluntarios de Protección Civil, de los agentes de la Policía Local, de los sanitarios de la Cruz Roja, todos con una sonrisa en sus caras al comprobar que su trabajo era imprescindible para el buen funcionamiento de las Fiestas.

En un tranquilo rincón del mirador Alfonso III estaba s´ase de sa fabiolera, controlado por su acompañante, esperando hasta el final del Jaleo. Horas antes en la plaza Bastión, el responsable de la brigada municipal instalaba varios bidones de plástico, para llenarlos de agua para que los caballos pudieran beber, colaborador espontáneo suyo, un empleado del cementerio municipal.

Por la noche del mismo día y a pesar de las recomendaciones generales detalladas en el programa de fiestas, la ciudad se convirtió en un vertedero, vasos, botellas, meadas, varios coches aparcados sufrieron por lanzamiento restos de helado o cosa peor, un incontrolado gamberro rompió con toda la mala intención, el cristal de la puerta de la entrada a un edificio, a este tipo de energúmenos que son la excepción a unas fiestas extraordinarias, se les tendría que prohibir el participar en los actos con el resto de los cívicos ciudadanos. Como decimos popularmente… una ronella no fa estiu.

Desde las 2 de la madrugada del día 9 – segona festa – el personal de la limpieza urbana con toda la plantilla y material – camiones, excavadoras, cátcher, etcétera, - actuación contundente para que nuestra ciudad quedara en perfecto estado de revista. Por cierto este mismo día recibíamos la llegada de un crucero.

El empleado de la empresa que había instalado los sanitarios, se dedicaba a vaciarlos y retirarlos…por los "ríos" de orina que se podía divisar, a diestro y siniestro, pienso que se tendrían que haber instalado muchos más.

A los ya nombrados y a los colaboradores de todos los ámbitos, que han hecho posible que celebremos un año más las Festes de la Mare de Déu de Gràcia, mis más efusivas gracias.

Pd. Quiero destacar, ya que es de bien nacido ser agradecido, el cumplimiento sin demora por parte del Conseller de Mobilitat de nuestro Consell Insular, que después de tantos años de deterioro se haya repuesto la barandilla del puente de la rotonda del Colegio La Salle, por una de nueva antes del comienzo del curso actual, ya que antes del verano el "mochilero" ya lo había denunciado. Gracias amigo Luis.