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La política no deja de ser una actividad comercial. La ciencia ha comprobado que el producto más barato nunca es el mejor y también ha certificado que se puede pagar demasiado por una marca. Los políticos estaban acostumbrados a incumplir algunas leyes de mercado. Una parte de ellos, los vencedores de unas elecciones, ponían el precio, establecían sus propios sueldos y decidían a cuántos "de los míos" iban a colocar en los cargos de confianza. Hoy un mercado en crisis obliga a imponer sus leyes. Han llegado los tiempos de rebajas o de ofertas: menos cargos y más baratos.

ANTONI ORELL, fue alcalde de Ciutadella entre 1983 y 1987. Alguien debería reconocerle su vocación de servicio público. Prefería ser alcalde más que secretario general de su partido. Y eso que Borja Carreras, que ocupaba la alcaldía de Maó, le advertía que para estar tranquilo como alcalde debía controlar el partido. Orell no lo hizo y tuvo que dimitir cuando pretendía, bendita inocencia, cobrar un sueldo normal de alcalde porque en Denix donde trabajaba le pedían que eligiera entre la fábrica y el Ayuntamiento. Se quedó en la fábrica porque sus compañeros socialistas convirtieron el cobro de un salario público en un problema ético. Y Orell era y es un político de principios buenos.

SANTIAGO TADEO, nuevo presidente del Consell, 24 años después, vive otro época. Ayer se aprobó su propuesta de estructura política y de retribuciones sin problemas. Él y los consellers cobrarán el mismo salario que en los últimos meses de Marc Pons. Nadie cuestionó las cantidades, incluso el PSM agradeció la media dedicación de su consellera. Las retribuciones ya se redujeron en mayo de 2010, cuando se aprobó el plan de austeridad, una resaca de la famosa intervención de Zapatero en el Congreso anunciando los recortes anticrisis, pocos días antes. Ahora, visto desde la distancia temporal, se comprueba que la estructura política de 2007 con Joana Barceló en la presidencia, era excesiva y cara. Como en las familias, que con el dinero de la hipoteca cambiaban de coche o compraban dos. En cuatro años, el Consell va a ahorrar 5 millones de euros, según la calculadora de Santiago Tadeo, en comparación con el coste de 2007, si bien es verdad que Marc Pons ya empezó las prácticas austeras hace un año.

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LOS CONSELLERS del nuevo equipo de gobierno del Consell acuden con frecuencia al despacho del presidente. Lo hacen con algún expediente, una factura, un convenio en la mano y todos hablan de dinero. Del que no hay y del que no se sabe si se le espera. El convenio con el IBATUR para acudir a Fitur por un importe de 1,2 millones de euros no está firmado. En Palma se hacen los suecos. ¡Qué raro!. El Consorcio Sociosanitario espera 3,3 millones del Govern y solo puede abonar media paga extra a los trabajadores de la Fundació de Personas amb Discapacitat. Y además facturas que generan dudas. Un libro sobre los bosques, cuyo coste no encuentra partida y con una montaña de ejemplares acumulados en los sótanos del Consell. Tadeo calma a su equipo. Tiene experiencia y sabe que no todo lo que huele mal suele estar podrido, es decir que no hay que pensar mal para acertar, que hay que recuperar la presunción de inocencia, también en política.

EL CONSELLER NO ELECTO no tardará mucho en ser nombrado. Quizás una semana. Santiago Tadeo ya lo incluye en los costes de la estructura. En el pleno de ayer repitió hasta en tres ocasiones que piensa cubrir este puesto. Deberá gestionar Ordenación del Territorio y le tocará un "marrón" como la revisión del Plan Territorial Insular, un melón polémico incluso antes de abrirlo. Antònia Gener, excluida al ser imputada en el caso CITUR, es una eterna aspirante a ocupar puestos de responsabilidad. Tadeo espera la oportunidad para repescarla. Ella tiene una buena imagen y es de las políticas que aunque pasen por el juzgado nadie de los suyos, que al final es lo que importa, cuestiona su inocencia.

LA CONEXIÓN entre el Consell y el Govern debe mejorar. El presidente José Ramón Bauzá, que en campaña aprovechaba cada hueco de agenda para visitar la Isla más periférica, ha acudido a los homenajes que representan las tomas de posesión de los vencedores, pero se le nota más distanciado. Mallorca suele absorber (devorar) a sus hijos. De momento nos han visitado tres consellers. El primero Rafel Bosch, de Educación, con un contacto amplio con el sector. Después Carmen Castro, sin, de momento, aportar soluciones al pago de los billetes a los pacientes menorquines que tienen hora en Son Espases. Y después Carlos Delgado, el conseller de Turismo, que afirma que de entrada dirá sí a todos los proyectos que permitan el desarrollo de la economía insular pero de momento dice no al traspaso de la competencia de promoción turística y, excepto el PSM, todos callan, también los dirigentes hoteleros, más interesados en la conversión de los hoteles en condohoteles. En el IB-Salut, Antoni Gómez Arbano ha sido cesado de una forma poco elegante, cuando hace tres días estaba aquí la consellera Carmen Castro. Su sustituto es posible que sea Lluís Navas, un médico con experiencia que ya gestionó la atención primaria. El director general del IB-Salut, José Bestard, mantuvo con él una larga conversación.