Vacas frisonas con pedigrí para formar futuros jueces ganaderos

Conafe impulsa estas acciones anuales, que tienen como objetivo principal la formación ganadera. Lo concretaba Santiago Mato, jefe del departamento de Morfología de Conafe, quien exponía que los tres días de formación empezaron con «una charla técnica y teórica, tanto de morfología como de juzgamientos, se les explica toda la morfología de los animales y el juez, Paulino Badiola, hace una charla teórica, de cómo deben comportarse en pista, qué deben buscar, cómo seguir los patrones que él marque el primer día».

Este curso en Menorca lleva meses gestándose, con la implicación de distintas fincas, Cases Noves de Lluriac, Binialcalà, Binillubet, Son Quart, Binigafull, Son Usina, Son Vives, Son Bell-Lloc, Ses Arenetes y Binigarba. «Llevamos organizando el curso desde octubre», con varios viajes para «escoger animales similares de las ganaderías, hacer grupos de cinco animales y prepararlos igual que se hace en un concurso». Todo eso, para contar con ejemplares que puedan valorarse, como en una competición.

Apunta Mato que, en realidad, no es la primera vez que se celebra esta escuela en la Isla, «hace años se organizó una» y en la última década tuvo lugar un curso de ámbito «regional, porque no había suficiente número de alumnos a nivel nacional».

Vacas de calidad

Entre los asistentes ha sorprendido el buen nivel de la cabaña menorquina. Ildefonso Estrada, ganadero de Herreruela de Oropesa (Toledo), destacaba que «son vacas muy buenas, muy grandes», tras de las cuales «se nota que hay mucho trabajo, se nota que en Menorca se invierte en genética» para mejorar la raza y obtener mejores ejemplares y más productivos.

Lo decía el ganadero en Son Quart, en la primera de las visitas a fincas de la segunda jornada. Allí, Santiago Mato se refirió a la morfología, constatando que «la vaca de Menorca está entre las mejores, hay mucha calidad, con unos animales estupendos, a la vista está el último concurso de Alaior, con vacas extraordinarias». Pero no solo eso, «en 2024 estuvieron concursando en la Península, en el concurso nacional, e hicieron un papel muy satisfactorio, alcanzando una tercera de sección y una subcampeona de sección, que es muy importante».

En cuanto a la escuela de jueces, desde Conafe valoran de forma satisfactoria la elección de Menorca. «Tenemos 64 participantes de nueve comunidades autónomas», aún teniendo en cuenta que «celebrarla aquí es más difícil, cuando las hacemos en la Península tenemos entre 70 y 80 asistentes y aquí implica desplazamientos, vuelos de mucha gente, pero ha habido una afluencia importante».
En cuanto al objetivo de fomentar la formación, Mato afirmó que «hay futuro con los jueces, porque es un grupo numeroso y muy joven. Tenemos el futuro asegurado».

¿Futuros jueces?

Formarse como juez permite conocer al detalle la morfología de la vaca frisona. Esto faculta para valorar animales en concursos, a la vez que otorga conocimientos más profundos, muy válidos para la actividad ganadera en sus fincas, para ir mejorando la especie y conocer de forma minuciosa todo lo que hay que tener en cuenta al presentar un animal a un certamen.

Los asistentes a la Escuela Nacional de Jueces Ganaderos pueden obtener títulos de distintas categorías, según las calificaciones que obtengan en las pruebas. Aquellos que igualen o superen puntuaciones del 98 por ciento recibirán la titulación «Superior»; el diploma de nivel ‘A’ se concederá a los que puntúen entre el 95 y el 97 por ciento; y serán de nivel ‘B’ los que alcancen puntuaciones entre el 90 y el 94,9 por ciento. El resto recibirá un diploma de participación. Para obtener el título de juez, el aspirante debe obtener cinco títulos, de los cuales al menos tres deben ser de categoría ‘A’.