Entre el más de centenar de actividades que hay programadas para celebrar la Navidad en Maó, hay una que cada año los más pequeños de la población esperan con especial ilusión, la llegada de Els Llumets con la misión que vienen desempeñando en la ciudad desde tiempos inmemorables, el encendido de la decoración luminosa.
Como siempre, acudieron ayer puntuales a su cita, en la Plaça Constitució, a las seis de la tarde, justo tras caer el sol. Fue entonces cuando la Llumeta Major hizo acto de presencia sobre el escenario para cumplir con la tradición de narrar el cuento. Ese que relata cómo los seres mágicos que vivían en la Illa del Rei adquirieron siglos atrás el poder de convertir en luz todo aquello que tocaban después de que una estrella cayera sobre el islote donde habitaban.
Recordada la leyenda, se produjo la aparición más esperada, la de los cuatro duendes en el campanario de la iglesia de Santa María, después de que los cientos de asistentes reclamaran su presencia. La iluminación y la música se encargaron de animar su descenso con cuerdas por la fachada del templo. Una vez con los pies en la tierra, junto a la Llumeta Major, comenzaron a entonar la cuenta atrás de la iluminación del árbol de Navidad.
Con la luz encendida, la magia de Els Llumets volvió a inundar una vez más la ciudad anunciando con su brillo que la celebración de la Navidad está a la vuelta de la esquina.
El apunte
Una luminosa ruta, del Ayuntamiento a la Plaça del Carme, con carroza nueva
5 comentarios
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Enhorabona Maó, des de Ciutadella amb enveja sana
Sigamos viendo cutreces un año más no pasa nada llevamos más de 30 viendo. Lo mismo. Juas, juas, juas
Totalment d'acord amb els anteriors comentaris, van sobrar 20 minuts de xerrades, els fiets estaven cruixits i els pares de mala hòstia, sap greu però jo mai més...
José LuisJustamente se lo decía ayer a mi mujer. La niña, claro no veía nada y quería estar arriba, pues acabé con un dolor de lumbalgia que no veas... Está guay el espectáculo, nadie me malinterprete, pero quizás acortar un poquito más el diálogo inicial no estaría mal
El espectáculo está muy bien, pero una sugerencia para el año que viene: el monólogo, concretamente el cuento, ha de ser más corto. Hay que considerar, por una parte, la corta edad y poca paciencia del público al que va dirigido y, por otra, que la plaza estaba de gente a reventar, por lo que muchos niños debían permanecer en brazos para ver algo y el límite de resistencia física de muchos adultos estuvo por debajo de la duración del acto.