Más allá de la gran oferta de productos locales, la programación de Arrels estuvo un año más complementada por diferentes demostraciones gastronómicas a cargo de expertos cocineros. 

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Cambió de fechas y ubicación, alguna que otra novedad en la programación, más orientada a un público familiar que antes, pero la misma filosofía de siempre. La séptima edición de la Fira Arrels abrió ayer sus puertas en Es Mercadal para demostrar una vez más el gancho del producto local y seguir avanzan do por la senda iniciada años atrás.

Una treintena de productores locales comparten espacio este fin de semana en el Recinte Firal. La mayoría de ellos viejos conocidos de Arrels, pero también alguno nuevo, como la finca vinícola Santa Catalina. Uno de sus responsables, Aurélien Chatelard, relata como, siendo conscientes de la repercusión del evento, han aceptado la invitación para participar coincidiendo con el primer año de actividad de la empresa. «Es un lugar perfecto para darse a conocer ya que viene mucha gente de aquí, y nuestro público número uno es el menorquín», confiesa.

Junto a los que llegan, hay otros que son fieles a la cita desde su estreno.Ese es caso de Maria Tudurí, al frente de Es Capell de Ferro, una finca especializada en productos ecológicos. Tudurí destaca el papel que ferias como Arrels juegan para promocionar el producto local, «que ha ganado mucha visibilidad en los últimos años. Desde que se hace la feria, ha crecido la demanda desde los restaurantes», asegura.

Siete años lleva también ocupando un espacio en la feria Antoni Moll, de la finca La Marcona, quien explica que en citas como la de este fin de semana «siempre recoges frutos». A su juicio, es interesante establecer nuevos contactos, como por ejemplo con las empresas de restauración, pero él pone por delante fidelizar al cliente de Menorca, al que vive aquí todo el año: «Gracias a que ellos compran estamos manteniendo un territorio, de otra forma no podríamos hacerlo», sostiene.

Sobre los cambios en esta edición, a pocos parece importarle el cambio de fecha, si bien otros se pronuncian de forma más dispar sobre la ubicación: que sea Es Mercadal cuenta con la aprobación de la mayoría de los consultados, pero hay quienes consideran que el sistema de carpas al aire libre quizás no es la opción más apropiada en un mes de septiembre, en el que las lluvias son probables. Otros, sin embargo, prefieren esperar al final de la jornada de hoy para hacer una valoración al respecto.

Y el público, ¿qué opina de Arrels? En general, la satisfacción es grande, pero como siempre, hay cosas que se podrían mejorar. Jaume Pallicer, de Es Castell, es un fiel seguidor desde la primera edición. Nunca falta a la cita porque le gusta mucho, pero sí echa en falta «algo más de variedad» en lo que se refiere a la oferta, en la que reinan de forma especial, quesos, embutidos y vinos, y «al final resulta un poco repetitivo».

Desde la organización del evento, la lectura es, como cabía esperar, muy positiva. Pep Palau, director de feria, explicó durante la inauguración que «estamos muy ilusionados con esta séptima edición que llega llena de novedades. La primera, el nuevo espacio, en el Recinto Ferial de Es Mercadal. La segunda, estrenamos formato, con un espacio de restauración a cargo de la escuela de Ca n’Aguedet, y actividades de animación musical incluidas. Y la más importante: que los 30 productores locales que participan lo hacen cargados de nuevos productos. Una edición que estamos convencidos de que será un éxito.»

La feria tiene todavía por delante domingo una sabrosa y variada    programación, desde las 11 a las 20 horas. Entre las actividades más destacadas figuran: «Unes illes d’arrossos. Arròs de carboner» (12 horas), «El paisatge al plat: sabors i valors de la Custòdia Agrària» (13.30 horas), «Vins de Menorca: genuïns i excel·lents» (16.45 horas), «Els bolets a la cuina» (18 horas) y «Univers vegetal» (19 horas).

«Una feria relativamente joven, pero que ha cogido importancia»

La inauguración oficial de la feria tuvo lugar a mediodía con los turnos de discursos institucionales. La primera en tomar la palabra fue la consellera de Economía, Maria Antònia Taltavull, quien destacó de Arrels que «a pesar de ser una feria relativamente joven, ha cogido mucha importancia» y se ha consolidado como «un punto de conexión entre los restauradores y el sector primario». Su discurso estuvo respaldado por las palabras del conseller de Agricultura del Gover,Joan Simonet, el alcalde de Es Mercadal, Joan Palliser, como anfitrión, y el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca. Todos ellos coincidieron en poner el producto local en el centro y defender el sector primario.

El apunte

La cita acoge la entrega de premios de los periodistas y escritores gastronómicos

Uno de los actos estrella fue la entrega de los premios de la Associació de Periodistes iEscriptors Gastronòmics de Balears. Sergio Villalonga, del Café Balear, fue elegido cocinero del año. Vermell, de Joan Bagur, ganó el premio de restaurante revelación. Por su parte, Juan Carlos García, de Fábrica de Farry, fue distinguido como pastelero del año. Víctor Torrent, de Pinzell Restaurant, formó parte del palmarés como mejor jefe de sala.

En lo que se refiere a la trayectoria profesional, se destacó la labor de Kiko Muñoz y Pepe Moreno al frente de El Paladar. En el apartado de promoción del producto local triunfó Vicent Vila (Es Molí de Foc, Grahame Pearce). Biel Sintes se llevó el premio al mejor gastrobar por Calucha y Sa Fonda de Fornells, de Jordi Pons, el de mejor restaurante de cocina menorquina.