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«La verdad es que el cursillo en Londres ha sido superinteresante porque he aprendido muchísimo y estoy con muchas ganas de seguir el proyecto». Quien así se expresa es la creativa plástica cordobesa, residente en la Isla, Elena de Castro que entre el pasado 15 de enero y 3 de febrero asistió a un curso especializado centrado en el arte y la moda en el Istituto Marangoni, de la capital británica, gracias a una beca concedida por la Fundación Reynolds, de Maó.

El cursillo de tres semanas realizado en el Istituto Marangoni  ha sido una experiencia totalmente enriquecedora para Elena de Castro, que pudo profundizar en los aspectos relacionados con la ilustración y el proceso creativo de la colección de moda, con la experimentación sobre todo del collage, la técnica artística que consiste en pegar distintas imágenes recortadas sobre un lienzo o papel.

La artista plástica Elena de Castro.

«Las clases a las que asistí durante el cursillo estaban enfocadas en la ilustración de la moda, en la que se hacía mucho hincapié sobre todo en el proceso creativo de cómo empezar un proyecto de arte, en la moda, teníamos que crear un concepto de como enfocar una colección de moda, que también se puede pasar luego a una colección por ejemplo de cuadros, que es en lo que actualmente me estoy enfocando un poquito», asegura De Castro, que desde que regresó de Londres tiene alquilado un espacio en Atica Art Estudios, en Maó, «donde tengo todas mis cosas para pintar, una máquina de coser y otros utensilios para hacer mis trabajos».

El espacio creativo que De Castro tiene en Maó.

Máscaras

El cursillo incluyó la elaboración de una colección de cinco looks que en su caso relacionó con el concepto del absurdo del Nobel de Literatura Albert Camus y la creación de modelos que llevan máscaras, en que el segundo modelo la sujeta con la mano y el tercero se deshace de ella para mostrarse cómo es uno realmente. «He ligado la colección con la filosofía del absurdo de Camus, que decía que la vida no tiene sentido y que la única manera que tenemos de vivir esa vida era como crear nuestro propio sentido, no porque la vida en sí tuviera uno. En los looks puse a los modelos con máscaras, porque muchas veces nos las ponemos para ocultar nuestro propio sentido que le damos a la vida», señala.

Elaboró una colección de cinco modelos con máscaras.

De Castro también destaca el nivel del profesorado y la multiculturalidad que caracterizó el cursillo, con la asistencia de personas de otros países y culturas. «Fue increíble la mezcla de culturas, había personas de Corea del Norte y del Sur que ya eran diseñadoras, aprendí muchísimo de ellas, también venía una chica de la India, otra de Brasil, y una de Suiza. Era muy interesante porque veías cómo cada uno en su concepto, su cultura, diseñaba con su propia perspectiva y los valores de su cultura», subraya.

Prendas divertidas

La artista también reflexiona sobre su actividad relacionada con la moda, por lo que aventura que «mi intención en cuanto a los diseños en ropa sería hacer una mezcla de este concepto en el que yo entiendo mi manera de ver la vida, con diseños algo ‘fanfarrones’, probablemente extravagantes y, sobre todo, prendas divertidas que pueden usarse en el día a día», subraya.