Un centenar de personas participaron en las excursiones guiadas y visitas a la ‘sitja’ encedida que montaron Llenyes Vicent. | Fotos: PARC NATURAL S’ALBUFERA DES GRAU

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Ningún menorquín que tenga menos de 65 años ha visto una ‘sitja’ de carbón en funcionamiento en medio del bosque. Es algo del pasado. A no ser, que haya asistido a las visitas guiadas que organiza cada año el equipo de educación ambiental del Parc Natural de s’Albufera des Grau precisamente para dar a conocer este oficio.

La demostración de este año tuvo lugar hace poco en la finca pública de s’Arangí (Es Mercadal) y fue a cargo de Llenyes Vicent, único negocio de Balears que elabora carbón de forma artesanal. Aunque pasaron un centenar de personas en varios grupos durante el fin de semana, poder ver una ‘sitja’ encendida genera tanto interés que se quedaron muchas en lista de espera.

Vicent Pons y su yerno Sebastià Ametller prepararon el terreno y montaron la ‘sitja’ en la finca. Colocaron 6.000 kilos de leña, la taparon con tierra y la aseguraron con piedras. Luego la encendieron y vigilaron durante cinco días. Al final, salieron 1.500 kilos de carbón. «Cuando cuece, no puedes abandonar la ‘sitja’ para nada, porque si se hace un agujero arriba la leña se convierte en ceniza y lo pierdes todo. Así que hacemos turnos entre los dos y dormimos cerca para vigilar» explica Pons.

Calidad del carbón

En Llenyes Vicent suelen elaborar carbón vegetal casi cada mes, pero ya que tienen que velar el proceso, montan tres ‘sitges’ a la vez y así sale más a cuenta el esfuerzo. El carbón producido artesanalmente tiene mucha más calidad que el industrial. Y además, cuando quema el carbón industrial desprende olor a diésel, mientras que el natural solo huele a leña. «Los clientes que han probado nuestro carbón bien hecho, luego no quieren volver al de antes», asegura el leñador.

Empezó a hacer ‘sitges’ hace más de 30 años por un tema de aprovechamiento, ya que en Menorca hay mucha leña de mata que no va bien para quemar en chimenea porque se pudre rápido. En cambio, la mata sí da muy buen carbón. Para las ‘sitges’ es la que leña que más se usa, aunque también se mezcla con encina y pino.

En la demostración de s’Arangí, además de ver la ‘sitja’ encendida en directo, el público también hizo una excursión guiada con los técnicos ingenieros forestales del Ibanat, que explicaron cómo han cambiado los usos del bosque a lo largo del tiempo.

Entre semana hubo actividades para las escuelas. Las educadoras del Parc Natural de s’Albufera des Grau, gestionado por la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Medi Natural, hicieron itinerarios con ocho grupos de quinto y sexto de Primaria. Los niños tuvieron la oportunidad de construir pequeñas ‘sitges’ de 80 centímetros de altura por equipos, para así conocer bien el proceso y funcionamiento de este oficio que es parte del patrimonio cultural inmaterial de Menorca.

El apunte

El carbón artesano tiene una gran demanda entre empresas y particulares

«Hace 70 años había muchos carboneros y ahora no queda casi nadie, y es una pena porque el carbón artesanal hecho en Menorca tiene una gran demanda», asegura Vicent Pons, que ya está en proceso de jubilación. Entre sus clientes habituales hay particulares, pero sobre todo muchos restaurantes, pizzerías y hoteles. Son los únicos de Balears que lo elaboran y se vende todo, al igual que la leña. «Es un trabajo sucio y a veces tienes que estar pendiente de noche, pero a los mismos que se quejan de que es duro, luego no les importa levantar pesas en el gimnasio…», comenta el carbonero.