Chicote destacó al inicio del programa que el legado de los pescadores perdura en los platos más tradicionales del país.

TW
35

«El legado de los pescadores perdura en los platos tradicionales de nuestro país, y uno de ellos es la caldereta de langosta, un plato con sabor a mar que nos traslada aquí, a Menorca». Con esas palabras introdujo el cocinero y presentador de televisión el tercer episodio de «Batalla de restaurantes», que el jueves por la noche emitió La Sexta.

Un formato en el que siguiendo la senda del éxito culinario de «Pesadilla en la Cocina» da un paso planteando una competición entre cuatro establecimientos, que fueron La Viajera (Ferreries), El Muelle Asador (Maó), Miramar (Cala Blanca) y Sa Fonda (Fornells). El programa fue seguido por 569.000 espectadores y cosechó una cuota de pantalla del 5,3 por ciento en el 'prime time' de la televisión nacional.

El concurso, con el reto de la caldereta como eje central, también valora otros aspectos como el espacio, la cocina, la comida en general, el servicio y el precio. La salsa del asunto es que un anfitrión de cada uno de los establecimientos se encarga de puntuar a sus contrincantes para hacer una media final a la que se incorpora también la valoración de Chicote.

Los concursantes degustando la caldereta del Miramar, que fue la mejor valorada en la calificación otorgada por Chicote

Un tipo de programa que vive de la tensión que se van generando entre los participantes a medida que se van visitando los restaurantes y degustando las propuestas. Dos mujeres   (Verónica Bel, de La Viajera; Ñin Giménez, de El Muelle Asador) y dos hombres (Jordi Pons, Sa Fonda; Diego Merino, Miramar). Algunos halagos entre ellos, pocos, y bastante crítica.

Estas fueron algunas de las frases que se pudieron escuchar: «Las bombillas tienen polvo», «tiene boquerones congelados», «el sabor de la caldereta está muy concentrado», «no hay textura en el caldo», «hay una langosta muerta en el vivero», «sabe mucho a tomate», «las vistas son impresionantes, lástima que no esté cuidado», «le falta un poco de cocción», «hay manchas de aceite en la mesa...», «no tienen ni puta idea, hoy toca recibir, pero mañana les toca ellos».

Las puntuaciones

La cuestión se recrudeció un poquito más si cabe en la parte, durante la llamada confrontación, en la que concursantes y presentador se reunieron para ir descubriendo las puntuaciones. Un ambiente que ya estaba enrarecido después de que una de las concursantes (Ñin Giménez) pidiera revisar sus puntuaciones para rebajarlas. Tras varios cruces de reproches, al final, el representante de Sa Fonda, Jordi Pons, sentenció: «En esta mesa hay dos profesionales, y uno eres tú» dijo mirando a Chicote.

La propuesta del restaurante Sa Fonda de Fornells, teniendo en cuenta la media de todas las calificaiones, se alzó como la triunfadora.

Y precisamente fue Sa Fonda (6,1) el restaurante que logró la mejor puntuación por parte de sus contrincantes, seguido de Miramar (5,8), La Viajera (5,7) y Muelle Asador (5,3). El restaurante de Fornells también fue el mejor valorado por Chicote (7,5), por lo que se llevó el diploma y un cheque de 10.000 euros.

Imagen del personal y los responsables del restaurante Sa Fonda de Fornells en el momento en que se dio a conocer que eran los ganadores del concurso.

Al final, el popular chef resumió la experiencia vivida en cada uno de los lugares. Sobre La viajera dijo: «Es un restaurante que está buscando el rumbo soñado, pero tiene mucho que mejorar. Espero que lo consiga». Del Muelle añadió: «Es un bar transformado en restaurante. Hay más cosas que reformar que solamente el local». En el turno del Miramar: «Está en pleno tránsito entre chiringuito de playa y restaurante. Con esas vistas que tiene, no valen excusas». Por último, Sa Fonda: «Ofrece cocina menorquina y balear en un pequeño local que ya forma parte de la historia de Menorca».