Irene Villa y Germán Sintes

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La periodista, escritora y psicóloga Irene Villa prosigue su idilio con la Isla y este viernes, a las 20.30 horas, presentará su último libro, «Los ochomiles de la vida» en la Sala de Cultura Sant Antoni, en Maó, juntamente con la exdirectora de Onda Cero Menorca, Diana Font.

¿De qué trata este libro?

—En el libro cuento un montón de ‘ochomiles' que vale la pena conocer y transitar, porque la vida al final nos pone en situaciones que uno jamás imagina, pero hay que escalar esos ‘ochomiles' con toda la fuerza y la fe, y un montón de herramientas que cito en el libro.

¿Por qué ‘ochomiles'?

—Como amante del deporte elegí la metáfora de los ‘ochomiles' porque en esta conquista de las montañas en la vida personal también hay sacrificio, frío, vértigo, soledad, incertidumbre, igual que para los alpinistas y también atravesamos esos miedos e inseguridades. Pero también la montaña la voluntad, el poder mental, la autoconfianza y el amor por la vida son los que determinan el éxito, igual que en la vida.

Uno de esos ‘ochomiles' es el atentado terrorista en el que fue víctima, ¿cuáles son los demás?

—Sí, el primero, el que todo el mundo conoce, cuando la vida te para por un acto violento, un accidente, tu cuerpo cambia radicalmente, como es el caso de mi madre y yo misma, las dos perdimos las piernas y un brazo ella. ese es el principal. Pero hay más. Otro ‘ochomiles' fue mi divorcio, por ejemplo, que mucha gente lamentablemente ha transitado o va a transitar, también es un cambio radical de tu estructura vital. Otros ‘ochomiles' han sido una pandemia, perder a mi cuarto bebé por un embarazo ectópico ha sido una de las cosas más duras que he tenido que afrontar, como también la pérdida de mi mejor amiga por un cáncer.

Hay que afrontar la realidad para superarla.

—La vida nos pone dificultades, pero sales muy fortalecida de ellas y al final hasta das las gracias. A lo único que no le doy las gracias es haber perdido a mi mejor amiga. Yo siempre hablo de abrazar el dolor, pero la pérdida es lo más difícil de abrazar. Abrazar el dolor como la única salida, lo único que puedes hacer es decidir que todo está bien, que todo nos enseña. Sin embargo, asumir la pérdida de tu marido, de tu mujer, de tu hijo o tu amigo para mi eso no hay por donde abrazarlo. En ello estoy, hay que seguir aprendiendo, pero a mi es lo que más me cuesta.

¿Qué quiere decir cuando se refiere a abrazar el dolor?

—Abrazar el dolor me refiero a aceptarlo, lo asumes, lo aceptas y te adaptas a ello. Incluso decidir que la vida, la gran maestra, nos tenía deparados para nuestro crecimiento, porque al final dices, cómo puedo agradecer un atentado terrorista, bueno, pues yo le doy la vuelta y pienso, si no hubiera pasado aquello, yo no habría conocido a mucha gente en silla de ruedas, amputada, a toda esa gente maravillosa que este fin de semana participará en el proyecto «Un mar de sostenibilidad» en Menorca.

¿Qué se propone con el libro?

—El objetivo del libro es que una vez que la gente lo lea, lo subraye, lo tenga de cabecera, se dé cuenta de que lo más inteligente emocionalmente es aceptar lo que nos ocurre, adaptarnos a lo que hay y tener una actitud positiva.

También pueden ayudar la familia, los amigos...

—Es importante de quién te rodeas, porque eso va a determinar el éxito de tu vida o por lo menos sentirte apoyado y respaldado, el éxito depende de ti, no de los demás, pero sí que es verdad que tener un buen equipo, tanto familiar como de amistades, te ayuda a que en los momentos difíciles no sientas que te caes al vacío.

¿Actualmente, qué proyectos está desarrollando?

—Estoy dando conferencias con mi Fundación, con proyectos de inserción laboral y deportiva de personas con discapacidad y aportando valores a la sociedad. Y luego con el deporte, yo sigo compitiendo en esquí alpino adaptado y en diciembre empiezo los entrenamientos.