Durante este sábado y domingo no habrá control de aforo, pero la concejala responsable de Ferias y Mercados, Sandra Moll, avanza que sí se controlará el lunes, el día festivo en el que habitualmente se producen una mayor concentración de personas en ese tramo de la Contramurada por la mañana. El aforo máximo calculado para esa jornada será de 300 personas y desde el Consistorio, Moll hace un llamamiento a la ciudadanía para que se cumplan todas las normas y así «poder disfrutar de un Sant Antoni con garantías».
En ese sentido, la edil sostiene que «no podemos esperar a que no haya covid para recuperar este tipo de eventos; tenemos que adaptarnos a las circunstancias. Esta feria nos puede servir como prueba para ver cómo funciona, comprobar si la gente responde y si así fuera aplicar las medidas a otros eventos a lo largo del año».
A la expectativa
Por el momento, la respuesta de los feriantes ha sido buena. Prueba de ello es que los inscritos rondan la treintena, en la línea de antes de la pandemia, con un par de bajas de última hora por culpa del virus. La mitad comerciantes locales y el resto desplazados principalmente desde Mallorca y Catalunya. La oferta se mantiene prácticamente, pero la incógnita es cómo responderá el público.
La feria arrancó este viernes a medio gas, como suele ser habitual, pero sin el tradicional paseíllo de las autoridades para celebrar la inauguración. Si los puestos menorquines han aguantado el tirón en los últimos tiempos gracias a los mercados agrarios y veraniegos, los que vienen de fuera parece que lo han pasado algo peor. Así lo explica Roger Blanco, que ha viajado desde Barcelona con su puesto de venta de quesos. «Lo estamos pasando realmente mal, no nos han dejado trabajar», relata. Está contento de regresar a Ciutadella, como viene haciendo ya desde años atrás, pero considera que las medidas de seguridad que se han tomado son «absurdas» y que probablemente ahuyenten a la gente. En ese sentido señala que está «más que comprobado que al aire libre no hay transmisión de la covid».
Luis Hierro, llegado desde Mallorca con su puesto de gominolas, frutos secos y patatas fritas, es probablemente uno de los decanos de la Fira de Sant Antoni en Ciutadella. Dice que la vista desde hace 20 años y ha visto todo su proceso de crecimiento. «Estamos desesperados por trabajar», confiesa el feriante, quien lamenta que su sector haya sido «el último» al que se le ha permitido volver a la normalidad. «El pasado mes de octubre asistimos a la primera feria en prácticamente dos años», lamenta.
Hierro aspira a repetir la caja de 2019, pero su preocupación va más allá en el calendario. El empresario tiene la vista puesta en la celebración del Dia de les Illes Balears, el 1 de marzo, «cuando solemos hacer el 30 por ciento de la facturación de todo el año.
La buena noticia es que pese a todavía se espera una jornada fría para este sábado, la temperatura comenzará subir ligeramente el domingo y el lunes; y lo mejor de todo, no hay previsión de lluvia.
5 comentarios
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... la feria es al aire libre y hay circulación de ibídem... cosa que no pasa dentro de la catedral, donde es sun espacio cerrado y sombrío, con mucho más peligro si se juntan los cuatro feligreses que puedan quedar aún, pero por lo visto se les va a permitir ponerse en peligro... lo mismo el desfile del clero por las calles, también se pasa de puntillas sobre este acto autocomplaciente del clero, con el mismo peligro o más que la feria, porque sus feligreses se arremolinarán en torno del obispo a despedirle... pero claro, la feria es el foco... ese es el problema con la covid, que siempre se intenta desenfocar a unos en beneficio de otros, y eso ya canta mucho...
La resposta del públic de moment ha estat més bé poca... hi vaig passejar ahir (un divendres) i eren 20 persones contades, sa gent està molt animada veig... #fempoble
A nuestros hijos no les dejaron salir en la cabalgata, no les dejan jugar libremente en el patio del colegio ni siquiera les dejan cantar el cumpleaños feliz a sus compañeros de clase porque es muy peligroso pero Sant Antoni sí se hace. Olé y Olé. Todavía alguien cree que las restricciones son por una cuestión sanitaria? Despertemos de una vez!
Vaya por Dios, resulta que para Reyes la cabalgata no podia pasar por varios sitios por posibles aglomeraciones, como por ejemplo el Camí de Maó, pero encambio si se puede hacer un buen mercadillo donde la gente se juntara para ir a verlo, comprar y según, probar el queso, salchichón o algo para tastarlo antes de comprar, pero ahora no pasa nada. Aquí ganan dinero claro. De cada vez veo más claro que el recorrido tan extraño de éste año de Reyes lo escogieron algunos funcionarios para ellos no tener que salir a la calle para verlo. Todos uns Craks los del Ayuntamiento. Vamos muuuuu bién teneros de gobernantes. Por Diós. 🤦🏻♀️🤦🏻♀️🤦🏻♀️
No auyentarán al público las medidas Covid. Serán los precios abusivos y estratosféricos de lo que ahí se vende.