Aunque el proyecto está aún en fase embrionaria, Famor Botero señalaba esta semana desde Miami que el plan es completar el guión y planificar todo el proyecto durante este año, además de buscar financiación. Será ya en 2022 cuando estima que se podrían llevar a cabo los rodajes, en San Agustín y en Menorca.
Botero supo de la historia de los minorcans en la localidad americana, donde conoció al gestor cultural menorquín Jaume Gomila.
Admite el cineasta que «me pareció fascinante que en los dos lugares sientan esta pasión por sus orígenes», con una historia que encaja en su forma de sentir el cine. «Me resulta muy interesante hacer esta película, me gusta contar historias que tengan que ver con las minorías», con la inmigración en este caso, haciendo incidencia en «injusticias sociales» que contempla en la sociedad. «Me gusta que mis historias cuenten la verdad, que transmitan un mensaje de inspiración», como hace por ejemplo en su último largometraje, «Sofía», que tenía previsto proyectar el Cineclub del Ateneu de Maó, este jueves en el Teatro Principal de Maó, con un coloquio posterior (por videoconferencia) con el director de Medellín y los protagonistas, Paola Rey y Christian Carabias (el acto se ha aplazado). Una película, ésta, en la que aborda la cuestión del machismo y la empoderación de la mujer, luchando contra el hombre que todo lo quiere dominar, decidiendo incluso por las mujeres.
Sobre la próxima producción, «está en una etapa muy prematura», incide Botero, quien señala que «tratamos de conocer bien la historia, viendo las raíces» de los hechos acontecidos durante la dominación británica de la Isla.
3 comentarios
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Amigo Criticón, en el asedio de Barbarroja de 1535 este se llevó cautivos no a 800 sino a unos 600 mahoneses. Con el de Ciutadella de 1558 los turcos saquearon desde la capital hasta Mercadal y se llevaron cautivas a casi 3500 personas. Si a menudo ya falta rigor en las informaciones de internet, no digamos de las peliculas... A esas normalmente les falta rigor histórico y distorsionan la realidad, pues su finalidad es entretener, sin más. Pero bueno, tranquilidad, el Consell pagará una cuantiosa subvención para una película en spanglish que pasará desapercibida y así cubren el postureo de hacer cosas, aunque sean despilfarros y memeces como casi siempre.
Tururu, los que realmente fueron esclavizados y de los cuales nunca más se supo, fueron los 800 mahoneses que se llevó cautivos Barbarroja. De estos, ni se habla, ni se les hacen películas, ni nadie los recuerda,
Be, per deixar constancia de que uns 1000 menorquins van ser enganats i escavitzats tal vegada sería millor gastar es doblers en un documental, amb historiadors i sense ficció afegida. Aquesta no es una historia de inmigració, sino de esclavisme encobert. A els de Alguer els hi va anar millor, estaría be un contrast dels dos casos, molt diferents.