Sin embargo, en un panorama cada vez más complicado a medida que la pandemia avanzaba y sin estar cerrado el tema del presupuesto, el festival volvía a peligrar. La entrada del Ayuntamiento como colaborador, que vio en la propuesta una buena alternativa para ofrecer cultura sin el peligro de las aglomeraciones, ha sido clave, reconocen los organizadores, para que el arte luzca de nuevo en las calles de Ciutadella.
Y lo está haciendo quizás con más fuerza que otros años, algo que desde la organización relacionan con la influencia que el coronavirus está teniendo en las temáticas elegidas por los artistas. Como en ediciones anteriores, el motivo de las obras sigue siendo libre, con la única invitación por parte del festival de «despertar la curiosidad del espectador». Sin embargo, en un contexto tan particular como el de este año, un buen número de participantes se han decantado con propuestas «relacionadas con el resurgir de la naturaleza», explica Coll.
Así, desde finales de junio han ido apareciendo en diferentes rincones de la ciudad llamativas propuestas para poner un poco de color a unos tiempos un tanto oscuros. Está previsto que en el transcurso de esta semana se ejecuten las dos últimas intervenciones para completar una oferta que permanecerá a la vista hasta el mes de octubre.
Desde la organización se muestra muy satisfechos con el nivel de participación, que ronda la treintena de firmas. Pero no solo con la cantidad, sino también con la variedad. Valoran de forma especial que este año por primera vez se ha producido un notable incremento en el número de artistas que llegan desde la zona de levante; la octava edición está siendo también en la que por primera vez hay más mujeres que hombres, una convocatoria en el que igualmente se ha detectado un repunte de artistas jóvenes.
Echando la vista atrás, entre los años de crisis en que empezó el proyecto y los tiempos inciertos actuales, desde Ciutadella Antiga dicen estar «muy satisfechos de haber llegado tan lejos con tan poco presupuesto». Pero más allá de ese dato, se sienten especialmente orgullosos de conseguir «que la gente haya cambiado su percepción de lo que es el arte urbano y ver cómo se respeta ahora».
Este año el festival cuenta con la colaboración del programa Reciclos de Ecoembes que incentiva el reciclaje con recompensas para el entorno local.
11 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
Si los políticos tienen dinero para gastar en graffiti, deberían gastarlo eliminando la contaminación visual criminal que se rocía en las paredes y edificios de todo el Permitir que el graffiti permanezca solo da como resultado que se inflija más a la mayoría silenciosa de la población, que considera ofensivo e irrespetuoso que Menorca esté siendo contaminada y dañada visualmente de esa manera.
Me encanta todo y me encantaría ir a disfrutar viéndolo! Pero aunque vivo en Ciutadella, segurísimo no iré, es insoportable ir con mascarilla con éstas temperaturas/humedad. Así que gracias por la galería de fotos y sobre todo gracias a los artistas!
VIVA EL ARTE EN TODAS SUS MODALIDADES,
Preciós!!!
Llicencia per embrutar es casc antic. Espantós
No està el classic dels moixos de cada any??
Creo que este año ha bajado un poco el nivel de calidad de las obras.
Incentivar ses pintades amb doblers públic, i despilfarrar, es diu a¢o. Ja es podríen posar sa pintura a certa parte des cos, o fer ses pintades a ca seua.
He, creo que la mayoría se retiran en octubre. Son efímeros y por ello el deterioro está controlado.
Estan en tan mal estat algunes de les parets on s'han instal·lat aquestes creacions (per exemple la Casa de Cultura) que més que lluir fan mal als ulls.