Un polluelo menorquín de águila pescadora viaja a Valencia para reforzar la población

El objetivo es permitir la conexión con la población de Baleares, aumentar la resiliencia de la especie y garantizar su supervivencia a largo plazo, según ha informado este jueves la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio en un comunicado.

El polluelo, llamado Bruc, entró en las instalaciones del Cofib con 19 días de vida y 719 gramos de peso. Durante este tiempo se ha estado alimentando en las mismas condiciones que lo hará en su lugar de destino y ha sido sometido a diferentes controles veterinarios.

Bruc llegará este viernes por la mañana a las instalaciones del Parque Natural Marjal de Pego-Oliva. Una vez allí será criado mediante la técnica del hacking, que consiste en alimentar a los polluelos en grandes jaulas sin que vean los cuidadores, simulando la vida en el entorno natural. "Permanecerá en las instalaciones hasta que esté preparado para volar", han explicado.

Desde el Ejecutivo autonómico han indicado que los ejemplares que se emplean para este proyecto son los que nacen en tercer lugar de cada nido, ya que son los que menos oportunidades tienen de sobrevivir.

"El motivo es la competencia que hacen los hermanos mayores para el alimento que llevan los padres", han asegurado antes de indicar que menos de un 10 por ciento de los terceros polluelos sobreviven más de dos semanas y, en consecuencia, los ejemplares que llegan a ser adultos son muy pocos.

"Colaborando con este proyecto, se da una oportunidad a los polluelos con pocas posibilidades de sobrevivir, al tiempo que se refuerza la población de esta especie. Además, la sustracción del polluelo no afecta de manera negativa a la conservación de la especie", han añadido.

Este es el segundo año que la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio colabora con este proyecto. En 2019 dos polluelos baleares ya viajaron a la Comunidad Valenciana, donde fueron aclimatados en la zona de liberación, el Parque Natural Marjal Pego-Oliva, mediante la técnica de hacking.

Allí se encontraron con otros dos ejemplares que provenían de la Junta de Andalucía. Los primeros cuatro polluelos reintroducidos se aclimataron perfectamente e incluso volaron hacia África, en sus movimientos de dispersión.