Tarde nublada a ratos y muy calurosa, con una temperatura máxima de 28 grados, y una ciudad preparada para entregarse de una fiesta que poco a poco se comenzaba a apoderar de la población. Mientras por una parte del pueblo desfilaban los cabezudos al son marcado por la Banda de Música de Ferreries, por otro la fabiolera comenzaba poco antes de las 17 horas a recorrer las calles para formar la qualcada. El primero en sumarse fue el caixer sobreposat, que bandera en mano encadenó en la calle Beat Joan Huguet una serie de cuatro saltos por la que recibió una gran ovación.
Comenzó así una ruta por las calles más céntricas sumando jinetes a la comitiva hasta alcanzar los 87 que participan este año. El replec transcurrió sin incidentes destacables, aunque se produjo un pequeño susto cuando una amazona cayó del caballo tras ejecutar un salto. El animal quedó desbocado durante unos momentos, pero por suerte pudo ser controlado por la gente a pie de calle antes de que el accidente fuera a mayores.
Cuando pasaban unos minutos de las seis de la tarde, la fabiolera encaraba el principio de la calle Sa Sínia. Con el caixer capellà, Joan Camps Serra, incorporado ya a la qualcada, había llegado el turno de pasar a recoger al caixer batle, Vicent Coll Pons. Frente a su domicilio se había concentrado una gran cantidad de gente, viviéndose uno de los momentos más animados de la tarde, al que los jinetes contribuyeron haciendo saltar a sus caballos con brío.
La fiesta ya reinaba en Ferreries, pero la parte más esperada estaba aún por llegar. La población iba ganando poco a poco visitantes mientras en el Pla de l'Església la gente aguardaba la celebración del Jaleo, cuyo inicio estaba previsto para las 19 horas.
Unos minutos antes del esperado momento la banda hacía sonar las notas del pasodoble «El gato montés» cuando el caixer batle y la capellana entraban en el Pla de l'Església, pero no fue hasta dos minutos después de las siete cuando comenzó a sonar la particular versión local de la tradicional jota del Jaleo, más lenta que la tradicional, iniciando así una intensa tarde-noche de fiesta por todo lo alto.
2 comentarios
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Totes les festes de Menorca tenen el seu origen a les de Sant Joan, per tant ses similituds han de ser allà. Però si alguna cosa passa és que al llarg dels anys cada cop les festes es van distanciant més i cada poble té les seves característiques. No sé a qué ets pots referir quan dius que abans t'encantaven i ara no perquè copien a Ciutadella, quan no s ha fet cap canvi en aquest sentit els darrers anys.
Llastima que Ferreries vulgui anar afegint copies de ses festes de Ciutadella. M'emcantaven ses festes de Ferreries.