El espeleólogo José Muñoz Llopis muestra a través de su canal de Youtube los tesoros ocultos y poco accesibles de la Isla

TW
6

Menorca tiene muchos tesoros, pero una buena parte de ellos están ocultos. Así lo atestigua el material que se puede encontrar en el canal de Youtube «Menorca subterránea y otros rincones», una iniciativa lanzada hace ahora un año por José Muñoz Llopis y que cuenta ya con 73 vídeos colgados en la red para el disfrute de los amantes de conocer la Menorca que permanece más escondida. Cerca de 25.000 visitantes ya se han pasado por el canal. «No pensé que fuera a suscitar tanto interés», relata Muñoz.

Se trata de un trabajo que tal y como explica su responsable nace, en primer lugar, de la pasión que siente por el mundo de la espeleología, pero que va más allá de lo meramente personal. «Siempre he tenido claro que lo que pretendo es que la gente pueda disfrutar del patrimonio de todos», confiesa, para explicar acto seguido que se cuida de no decir dónde o cómo acceder a los lugares por una cuestión de seguridad. Y es que cuando se trata de explorar bajo tierra los peligros se multiplican. «Es un deporte muy técnico para el que hay que estar muy bien preparado. Para pasar por algunos sitios nos tenemos que quitar el casco porque si no, no cabemos...», explica.

Hallazgos

Muñoz aproveha para su canal gran parte del trabajo audiovisual que genera su actividad con el grupo de espeleología Paravall, que en sus cinco años de historia acumula ya en su currículum algunos hallazgos importantes, como la antes escondida Cova des Dragó, motivo de uno de los vídeos más espectaculares que ha filmado. Sus miembros tienen por norma, salvo excepciones de festivos muy señalados, reunirse para salir a explorar Menorca todos los sábados del año. Por razones de seguridad, al menos siempre son cuatro los exploradores en cada salida. Además, cada dos meses se someten a pruebas técnicas de rescate para estar preparados ante cualquier contingencia. «Siempre es conveniente estar bien preparado», apunta Muñoz, quien opina que no es que se trate de una actividad peligrosa, pero sí ante la que hay que tener cierto respeto. No hace mucho, explorando una cueva en la zona de Punta Nati, se desprendió un techo y le dejó parcialmente sepultado, aunque todo quedó en un susto: «Estamos preparados para ello».