La pregunta es sencilla y la respuesta directa. ¿Puede explotarse más Menorca como un destino para la práctica de la escalada? Germán Kunusch, argentino instalado en la Isla desde hace una década y que lleva 15 años subiéndose por las paredes, en el buen sentido, lo tiene claro: «Totalmente... Está por explotar». Y es que parece que condiciones no le faltan. «No tenemos montañas, pero sí un litoral estupendo», añade.
Según Kunusch, prácticamente toda la costa sur es escalable, así como «la mayor parte del litoral norte». Los sabe bien porque es el autor de «Menorca. Guía de escalda deportiva», un trabajo que publicó hace tres años y que a la vista del éxito que está teniendo se puede afirmar que Menorca está ganando enteros como destino de escalada. El autor de la guía, que práctica ese deporte por medio mundo, considera que actualmente España «es uno de los puntos neurálgicos de la escalada internacional, especialmente en Cataluña».
La isla vecina, Mallorca, sí que está en el mapa de la escalada. Allí, se lleva viviendo un boom, relata Kunusch, desde hace mucho gracias a la práctica de un estilo denominado psicobloc y que consiste en trepar por acantilados no demasiado altos para después dejarse caer al mar. «Aquí solo hace falta que se nos conozca para que empiece a venir más gente», asegura el argentino, que cada año actualiza su publicación con nuevas vías y sectores de escalada. Menorca cada vez cotiza más alto: recientemente ha aparecido en publicaciones especializadas y además cuenta con el respaldo promocional de los hermanos Pou, famosos escaladores de abuelo menorquín, que también se dejan caer frecuentemente por la Isla.
La visión de la escalda como un deporte al alza en la Isla la comparte Nolo Marquès. Como vocal de esa actividad dentro de la Unió Excursionista Menorquina, destaca que se trata de una disciplina que se puede practicar durante todo el año. A su juicio, el mismo patrón que se utiliza para la náutica sirve para la escalada. «Si sopla sur, al norte; y viceversa». Marqués también es testigo del creciente interés de los escaladores de fuera por practicar su deporte en Menorca:«Hay muchas personas que se ponen en contacto con nosotros para pedir información sobre los mejores lugares para escalar».
¿Y cuáles son? «Todos son buenos», reconoce, pero puestos a citar algunos de los más emblemáticos, se decanta por la zona de Cavalleria, Cala Rafalet y Es Sotil, en la zona de Sant Lluís; Cala en Porter, Llucalari...
Un nuevo rocódromo en Sant Lluís para la cantera
El primer rocódromo de la Isla se estrenó en un pequeño rincón del polideportivo de Maó, un espacio insuficiente que se complementó con el de Ferreries, punto de referencia para los escaladores de la Isla. Hace una semana se han sumado a la oferta las instalaciones estrenadas en el polígono de Sant Lluís por el colectivo Talayotic Monkeys, un grupo de escaladores que ha construido el rocódromo con sus propias manos en un año y medio.
3 comentarios
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misto, ya te digo la primera, que la escalada deteriora las rocas de los acantilados y que con el paso de los millones de años, se resentirà el ecosistema y morirán una especia de algas marinas, las cuales son protegidas de los rayos ultravioletas por dichos acantilados
Aquí todo es potencial, pero nada es real. O sea, traducido del chino mandarín, otro onanismo mental.
Si,es una buena idea para tener un flujo de turistas que buscan a ventura.pero el problema siempre es el mismo,no tardarian mucho tiempo en alzarse voces en contra ,ya que encontrarian algun pretexto sobre dicho deporte,en fin...