Operarios trabajan durante la mañana de este lunes en la zona. | Josep Bagur Gomila

TW
4

Los bomberos del parque de Maó han dado por extinguido el incendio en el vertedero de Milà, que quedó controlado este lunes a las 5 de la madrugada. El aviso del avistamiento de fuego en la zona se dio el domingo sobre las 20 horas y desde ese momento un dispositivo se puso en marcha para tratar de controlar las llamas, que llegaron a ser visibles desde gran parte de la ciudad.

Los equipos de emergencia pasaron toda la noche sobre el terreno y preocupaba de forma especial el viento, que ayudaba a propagar las llamas por una zona que resulta especialmente inflamable por la acumulación de residuos y los gases procedentes de su fermentación. El incendio ha quemado finalmente una extensión de 3.500 metros cuadrados.

La superficie afectada. | J. Franch

No fue hasta las 5 de la madrugada que los bomberos dieron por finalizado su trabajo y partieron del lugar. Según explicó el jefe del servicio, Juan José Franch, se quedó en el vertedero un retén, que se dedicó a tapar con tierra cualquier rescoldo y así sellar el fuego. El lunes por la mañana ya no se apreciaban llamas ni humo desde el vertedero. A primera hora de la tarde el incendio se dio por extinguido.

Noticias relacionadas

Sexto incendio

Se trata del sexto incendio en el vertedero de Milà desde 2016. El último, antes de este, ocurrió el pasado 5 de julio en la celda de explotación y afectó a unos 400 metros cuadrados. Este suceso se registró solo siete meses después de un incendio anterior, el 11 de diciembre de 2023.

El sistema de prevención de incendios en el vertedero quedó en entredicho, hasta el punto de que el Consell anunció que tomaría medidas tras analizar un informe que reclamó a la Unión Temporal de Empresas concesionaria de las instalaciones.

Los bomberos han actuado durante toda la noche. | J. Franch

Sobre las causas del incendio, como en la mayoría de casos, el Consell indicó que estaban relacionadas con la fermentación de los residuos que quedan bajo tierra en las celdas, sumadas a las altas temperaturas. Son las mismas de los cuatro anteriores ocurridos el 11 de diciembre pasado; el 13 de julio de 2022, aunque en este caso concreto pudo tratarse de una bengala incorrectamente tirada a la basura; el 15 de agosto de 2018, que fue el más grave puesto que ardieron 10.000 metros cuadrados de residuos; y el 5 de noviembre de 2016, cuando el fuego afectó a una superficie de 5.000 metros cuadrados.