El hombre fue descubierto en el aula de examen de la DGT, ayer en Maó.    | Katerina Pu

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Agentes de la Guardia Civil del destacamento de Tráfico de la compañía de Menorca retiraron ayer del examen teórico del carné de conducir en Maó a un hombre que estaba realizando un fraude en la prueba.

La intuición de los agentes, al disponer de referencias sobre este aspirante, les permitió sorprenderle en pleno examen y confirmar que estaba cometiendo un fraude. El hombre, de nacionalidad española y residente en Manacor, al parecer, ya había sido descubierto en otras tentativas en la isla vecina, por lo que habría decidido registrarse en Maó para tratar de aprobar con malas artes.

Una investigación reciente que le implicaba hizo que los agentes estuvieran ayer listos para proceder a una intervención en el aula si se confirmaban sus sospechas. Efectivamente, de acuerdo con los examinadores, durante la celebración de la prueba teórica que suele realizarse entre las 9 y las 10 de la mañana, una pareja de agentes se desplazó hasta el aula de examen de la Dirección General de Tráfico, en la calle Pedro Maria Cardona.

Un cómplice

Los guardias civiles, ante el asombro del resto de aspirantes, entraron en la clase, localizaron al individuo y le indicaron que les acompañara. Le introdujeron en una dependencia adjunta del mismo local de la DGT y tras interrogarle comprobaron que llevaba en sus oídos un pequeño dispositivo auricular que también incluía un micrófono. Mediante este complejo sistema establecía comunicación con un acompañante cómplice, que también se había desplazado con él desde Manacor, y era quien le servía las respuestas desde el exterior del aula en cuestión, apostado en algún lugar a una distancia no superior a 30 metros. El cómplice no fue localizado.

La Guardia Civil trasladó al aspirante hasta el cuartel de la carretera de Sant Lluís, donde elaboró el atestado y completó las diligencias que incorporan una denuncia por infracción según el artículo número 77-5J de la Ley de Seguridad Vial, que prohíbe «utilizar dispositivos de intercomunicación no autorizados reglamentariamente en las pruebas para la obtención y recuperación de permisos y otras utilizaciones administrativas para conducir».

El hombre será sancionado con 500 euros por la multa y deberá estar seis meses sin poder presentarse, de nuevo, al examen teórico. Además, la Guardia Civil le requisó el dispositivo que llevaba encima, que puede tener un coste superior a los 2.000 euros.