Despliegue policial y sanitario el jueves al mediodía en la plaza del Carme de Maó que sorprendió a la gente al no saber qué sucedía. Al parecer una mujer estaba en riesgo de sufrir un brote psicótico.

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Había disfrutado de una noche de sexo con dos turistas argentinas de muy buen ver en un hotel de Cala Galdana, que le habían propuesto «compensarle» de esta forma si les conseguía una sustancia estimulante de su agrado que ya les había proporcionado el día anterior. El joven español, de 22 años, camarero en un local de la urbanización ferreriense, no tuvo ninguna duda en aceptar el ofrecimiento, lo que dio paso al encuentro en la habitación de las turistas, alojadas en un hotel del lugar. A la fiesta, incluso, se unió un amigo que «disfrutó» de esa misma compensación en una noche agitada.   

ACUSADO DE ROBARLES 6.500 EUROS. En un movimiento extraño, semanas después el joven camarero recibió la llamada de la Guardia Civil para que prestara declaración por una denuncia por robo. Las turistas le acusaron de haberles sustraído aquella noche 6.500 euros que tenían en efectivo, en uno de sus bolsos. Ambas ya se habían marchado a su país cuando el denunciado fue citado a declarar. El pasado viernes tuvo que acudir al juzgado por el mismo motivo, pero asesorado por su abogado, José de Juan López, se negó a hacerlo al desconocer el contenido de la denuncia. Al final, la «compensación» a base de sexo le podría salir cara. El joven, incrédulo, ha explicado que una de ellas, incluso, le dio su tarjeta por si la quería volver a llamar para realizar otro trato similar cuando salió del hotel al amanecer.

DESPLIEGUE SORPRENDENTE. Diez policías, entre nacionales y locales, dos coches patrulla y una ambulancia del 061 con tres técnicos sanitarios protagonizaron un sorprendente despliegue el jueves al mediodía en la plaza del Carme, de Maó, que sorprendió a los numerosos transeúntes. Al parecer habían acudido a la llamada del familiar de una mujer que desayunaba en un bar de la plaza porque había incumplido un precepto médico que podía ocasionarle un brote psicótico.

MEJORAS EN EL CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL. El nuevo capitán de la Guardia Civil de Menorca, José Francisco Torres, está decidido a mejorar las vetustas instalaciones del cuartel de la carretera de Sant Lluís. En sus apenas cuatro meses de mando se ha preocupado para conseguir las ayudas que han permitido limpiar y mejorar interiores y exteriores del edificio, que falta le hacían, además del aparcamiento, y ha pedido al organismo balear de puertos habilite un lugar techado para que los guardias que realizan los controles en Son Blanc puedan hacerlo bajo sin estar expuestos a las inclemencias del tiempo.

MALA O BUENA SUERTE. Ha salido sin lesiones de dos peligrosos accidentes, mirando el lado positivo, pero el negativo es la sucesión de ambos en tan poco tiempo. El patrón menorquín de la lancha que fue arrollada y hundida por un yate el 2 de septiembre en Binissafúller, después de que él lograra tirarse al agua para evitar el impacto, sufrió otro accidente, esta vez de moto, el pasado martes en la Vía Ronda. Él y su moto se fueron al suelo en el choque en cadena que acabó afectándole, aunque fuera el último en ser golpeado.

Un policía local dialoga con una persona disfrazada de gorila, de las que ofrece fotos a cambio de unas monedas, en Maó. | Antxon Castresana

RELEVO DE FORENSES EN LOS JUZGADOS. Dos nuevas jóvenes forenses ocupan los cargos en el Instituto de Medicina Legal de la Isla, en Maó y Ciutadella, desde el pasado 21 de agosto, tras haber conseguido la plaza en propiedad por oposición. Se trata de Tatiana Bergé Jorrín, valenciana, que ha tomado el lugar de Gemma Guitart en los juzgados de Maó, después de diez años como interina, y de María Esther Velasco Rodríguez, que ha relevado a Jésica Abadías, en Ciutadella, por el mismo motivo.

DESAFORTUNADO GESTO. Un hombre de 31 años, de origen magrebí, será juzgado esta semana por dirigir un desafortunado gesto a varios policías en la noche del 20 de enero de 2023 en el centro de Maó. Simuló que su mano era una pistola y les disparaba, además de insultarles. Les dijo, además: «tengo una bomba, no me vas a tocar». El fiscal le pide 10 meses de multa por un importe total de 1.800 euros.

GORILA EN MAÓ. Personas con disfraces enormes de animales cobran la voluntad, en la mayoría de ocasiones, por hacerse fotos en la vía pública. Ocurre en grandes capitales y también en Maó, con un gorila de gran tamaño a quien agentes locales le indicaron días atrás que se trata de una actividad en la calle que precisa de permiso o licencia de actividad.

ROBA UNA FURGONETA EN CALA EN BOSC PARA IR A MAÓ. La hurtó en una empresa de alquiler para desplazarse hasta un camino rural de Maó donde había dejado su coche y necesitaba el vehículo pesado para moverlo. Se enfrenta esta semana al juicio por un delito de hurto de uso de vehículo a motor. Si es culpable tendrá que pagar una multa de 1.350 euros.