Imagen de la carretera de Maó-Fornells. | Archivo

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Conducía un vehículo Cupra León, que había sido alquilado por un allegado suyo el pasado lunes, por la tarde en la carretera de Fornells a Maó triplicando el límite de velocidad permitido a la altura del cruce de Favàritx. El equipo de radar del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Menorca cazó a este conductor gracias a la ubicación del cinemómetro móvil en ese punto de la carretera Me-7, ya en el término municipal de Maó.

El radar cazó al vehículo a una velocidad de 164 kilómetros por hora, en un tramo en el que la máxima permitida es de 60 kilómetros por hora.

Tras saltar el dispositivo por este motivo, los guardias civiles lograron darle el alto unos dos kilómetros más adelante, donde estaban apostados para el control del radar. El conductor, español de origen marroquí, de 22 años de edad, resultó inmediatamente detenido y quedó acusado por un delito penal contra la seguridad vial, mientras su vehículo quedaba inmovilizado. En el mismo arresto, los agentes comprobaron que el joven conductor, que era el único ocupante del Cupra León, carecía del carné de conducir y que ya había sido interceptado al menos en otra ocasión anterior por no tener la licencia. Dio negativo en el test de alcoholemia que le practicaron los guardias civiles.

Pena de prisión

El exceso de velocidad de estas características conlleva la pena de prisión de 3 a 6 meses, o multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En cualquier caso, se impondrá también la pena de privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 4 años.

La Guardia Civil de Tráfico está reiterando sus controles diarios de forma insistente en varios puntos de la red viaria insular, en parte debido a los graves accidentes ocurridos este año con el resultado de seis víctimas mortales.