Un vehículo de los bomberos, en Son Bou el miércoles tras el incidente | Katerina Pu

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A media tarde de este jueves todos los trabajadores del Aparthotel Royal Son Bou que habían sufrido una intoxicación por gases el miércoles habían recibido ya el alta médica.

Las consecuencias del error humano que provocó una peligrosa nube tóxica generada en el almacén donde se ubica la sala de máquinas de la piscina quedaron minimizadas con la recuperación de la totalidad de los trabajadores afectados.En todo caso, la Policía Judicial de la Guardia Civil ha abierto una investigación para determinar las causas del siniestro.

Trece de los trabajadores habían pasado la noche ingresados en los servicios de Urgencias del hospital del IB-Salut y del grupo Juaneda en Maó y Ciutadella. Una mujer de 62 años había precisado, incluso, permanecer en la UCI, pero a lo largo de ayer todos fueron recibiendo el alta, incluida esta misma trabajadora. El último en salir del hospital por la tarde fue un empleado de 40 años que permanecía en observación en el ‘Mateu Orfila’.

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La nube tóxica se produjo cuando un operario de la empresa que suministra los productos químicos para el mantenimiento de la piscina vertió, por error, líquido tóxico en un recipiente de 1.000 litros que contenía dos palmos de cloro. Los gases afectaron al bloque principal del hotel donde se halla la recepción, el bar y las zonas que utiliza el personal.

Los trabajadores salieron al exterior a la carrera mientras que el hotel instaba a los clientes de los bloques A y G a que permanecieran fuera de sus apartamentos o no entraran en ellos para extremar la seguridad. Sobre las 16.30 horas se restableció la normalidad para todos después del despliegue de emergencias que había tenido lugar en la calle    con la presencia de siete ambulancias, guardia civiles y Policía Local de Alaior.

El director del hotel,Tomeu Janer, indicó ayer que el establecimiento seguía con su ritmo habitual y aseguró que el suceso no había alterado la estancia de los 940 clientes que llenan el establecimiento, sin que se hubieran producido reclamaciones.

Algunos empleados han cuestionado los protocolos de seguridad en la zona que ocupan debido a la falta de ventilación en algunas de las dependencias.