El perro tuvo que ser sacrificado. | Protectora de Animales de Maó

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El juzgado ha admitido la querella que interpuso la Protectora de Animales de Maó contra el propietario del perro Scooby por maltrato animal. El can tuvo que ser sacrificado cuatro días después de llegar al Centro de Acogida de Animales debido a sus enfermedades y al estado de abandono en el que fue hallado.

La Protectora recuerda que su dueño lo tenía en el patio de un taller del polígono, Scooby no podía caminar y tenía que arrastrar su cuerpo para llegar hasta el cuenco de agua, que estaba al sol.

Al mismo tiempo la entidad anima a la ciudadanía a denunciar casos como este y agradece los donativos recibidos para pagar la factura veterinaria de Scooby y los gastos de procurador.