Vista frontal exterior del apartamento ocupado en el número 43 del complejo Ses Canaletes   

TW
30

Llueve sobre mojado en el complejo de 66 apartamentos y adosados Ses Canaletes, de Son Parc, junto al campo de golf, donde hace años que los okupas campan a sus anchas sin que la confusa titularidad, todavía en litigio, de los que no pertenecen a particulares pueda evitarlo pese a la interposición de denuncias.

El pasado domingo un ciudadano británico residente en la isla, Paul C., vio como el inmueble que había alquilado en el número 43 de este polémico recinto era ocupado apenas un mes y medio después de que obtuviera las llaves de la inmobiliaria Bonnin Sansó, propietaria de cuatro apartamentos en el complejo, todos ellos ocupados ilegalmente. «Me dieron un par de meses de tiempo para que pudiera ponerlo a mi gusto, amueblarlo y pintarlo, y cuando ya había invertido unos 2.000 euros y hecho todo el trabajo, el domingo me llaman para decirme que me lo han ocupado».

Es el testimonio de impotencia del inquilino que hasta el día antes había estado trabajando en la que iba a ser su casa y no da crédito a lo que le ha sucedido. Bonnin Sansó, que recibió el aviso por la alarma instalada en el inmueble, puso la correspondiente denuncia en la Guardia Civil de Es Mercadal, y aunque los agentes se personaron en el apartamento, «los okupas les dijeron que ellos vivían allí y no los pudieron sacar», explica Paul.

«Ahora se abre un proceso judicial y la indefensión es absoluta», explica José Pons, director comercial de la agencia inmobiliaria, para quien «esto ya no es una cuestión de tener un techo por necesidad sino un ‘modus vivendi', un negocio», lamenta.

El complejo de Ses Canaletes es un claro ejemplo de un edificio tomado de forma irregular con fines lucrativos. Como han denunciado otros propietarios, existen personas que alquilan los apartamentos porque disponen de las llaves aprovechando la confusión de la titularidad por los pleitos pendientes. Eso es lo que ha sucedido, con toda probabilidad, en este último caso, «porque no había ninguna puerta forzada, ni una ventana rota», explica el inquilino, frustrado por el trabajo, la casa y el dinero perdidos.

El apunte

Los dueños no pueden alquilar los apartamentos a precio de mercado

Ses Canaletes, levantado en 2003 por la promotora Peoma, frente al campo de golf de Son Parc, es un espacio degradado en sus lugares comunes. Coexisten okupas con personas que pagan un alquiler bajo debido a esa misma degradación. Un vacío legal por la ejecución hipotecaria, unido a las discrepancias entre administradores facilitó que lo hayan tomado los okupas desde hace al menos tres años, sucediéndose de unos a otros.