Diez narcotraficantes -tres colombianos, seis marroquíes y una española- van a ser juzgados este miércoles en la Audiencia Provincial como integrantes de una organización criminal, afincada en Maó, que se dedicaba a introducir y distribuir cocaína en la Isla a mediados de 2018. Los detenidos se enfrentan a una condena conjunta de 63 años y medio de cárcel y al pago de multas que suman 67.600 euros por los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.
Las condenas individuales oscilan entre los 4 y los 7 años y medio de reclusión, según su participación en el grupo que tenía en un escalón superior a tres colombianos, dos hombres y una mujer, encargados de traer la cocaína a la Isla, según concluyó la investigación llevada a cabo por el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Maó, con el apoyo del de Seguridad Ciudadana, Extranjería y el de Policía Científica.
En el escalón inferior estaban seis hombres de origen marroquí, de una misma familia, entre ellos tres hermanos, que distribuían la droga a pequeña y mediana escala en diversas poblaciones, preferentemente en centros de ocio juvenil y adulto. Todos tenían la potestad, sin embargo, de organizar sus propias ventas y de proveerse de sus propios contactos.
En cuanto a la detenida española, de 42 años, era una consumidora habitual que compraba la droga a uno de los marroquíes y le buscaba a este otros posibles compradores. El fiscal pide para ella 4 años de prisión, porque solo le imputa el delito de tráfico de drogas, frente a los 6 y 7 que solicita para el resto de detenidos, acusados además de pertenencia a grupo criminal.
La operación policial que supuso un golpe al tráfico de drogas en la Isla, el mayor de los últimos años, cerró sus dos primeras detenciones el 9 de noviembre de 2018. Los agentes arrestaron a una mujer colombiana de unos 60 años en la Estación de Autobuses de Maó. En su mochila portaba más de un kilo de cocaína y actuaba como intermediaria para su transporte a un lugar seguro tras haber sido cortada y empaquetada. Horas después detuvieron a otro colombiano que era quien le había dado la mochila con la cocaína a la mujer, y es quien está considerado el cabecilla del grupo junto a otro compatriota. A ambos les piden 7 años de prisión y multa de 32.000 euros a cada uno.
Durante las semanas siguientes se fueron practicando las detenciones restantes, entre ellas las del clan marroquí en el que figuraban los tres hermanos. En total les fueron incautados 16.330 euros procedentes del tráfico de la droga, tres vehículos y 21 teléfonos en los 7 registros que hizo la Policía en varios domicilios. También se incautaron de utensilios propios para el corte, pesaje y envasado de la cocaína.
La Policía constató que la organización criminal disponía de un centro de manipulación de la droga donde los ‘narcos' la cortaban, procesaban y envasaban.
Siete de los diez detenidos ingresaron en prisión tras prestar declaración ante el juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Maó, aunque la mayoría de ellos consiguió salir en libertad provisional apenas unos meses después, pendientes de la celebración del juicio previsto para este miércoles en la sección primera de la Audiencia Provincial.
6 comentarios
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Europa, despierta!! Poco a poco van abriendo los ojos, Desde la lejanía, es fácil ser happyflower, pero como dice arl338, vivirlo para opinar. Desde luego, es fácil ser un delincuente en España. Estos llevan desde el 2018, fastidiando a familias, y aquí no pasa nada. En libertad Acordarse a la hora de votar
Ahora viene un juez y los deja en ''libertad con cargos'' como una mujer de origen Colombiano en situacion ilegal que capturaron con cocaina tambien de una red de narcotraficantes y que anda por la isla de Menorca como Pedro por su casa , ni carcel ni expulsion , la justicia Española no disuade el crimen , todo lo contrario anima a los delincuentes de toda laya a venir aqui a delinquir , a reincidir , por que ni los encarcelan ni los expulsan cuando son extranjeros , poco nos pasa .
Y como veo que los de los comentarios negativos se lo pasan bien, voy a añadir una cosa más: es muy fácil ser un happyflower de la inmigración ilegal, si no tienes ningún núcleo de residentes de inmigración ilegal cerca. Menorca, por el momento, tiene la suerte de no vivir ese problema, tampoco tiene grupos de MENAS sueltos a su suerte por Mô o Ciutadella. La visión de este tema cambia cuando estas metido hasta el cuello en él. En mi caso, mi lugar de residencia se encuentra estratégicamente ubicado entre un barrio en el que el 99% de su población son magrebís/marroquís y el resto de los orígenes habituales del mundo árabe/musulmán y otro barrio donde el 99% son gitanos (por cierto, es verdaderamente espectacular entrar en ese barrio, las miradas que te echan y es escaneo de arriba abajo que te hacen es genial, y no digamos en el caso de que seas una mujer, como es mi pareja). Es muy instructivo ver la realidad como es, y no como nos la quieren vender; aunque claro, todos los problemas que hay en estos lugares y los que generan a su alrededor, los happyflowers de la inmigración y el multiculturalismo los van a descargar diciendo que es culpa nuestra porque no les facilitamos la integración... No sabéis lo bonito que es, llegar de trabajar, y al entrar en tu calle, encontrarte a 10 o 15 MENAS, de origen claramente árabe, contra la pared, 2 coches de policía y ver que, en la calle, hay toda una ristra de coches con los cristales rotos, porque estos “pobres angelitos que solo buscan un mundo mejor” ha pensado que es una gran idea robar el contenido de los coches en serie. O ir a tu lugar de trabajo, en la Rambles de Bcn, y que desde Plz Catalunya a Drassanes te hayan parado para ofrecerte droga de 2 a 3 señores de color, con toda la pinta de venir de algún punto de África. Pero claro, juzgar y condenar a los que se quejan de esto, desde lejos, es muy fácil. Por mi parte, sobre este tema, tengo una opinión clarísima, y la verdad, las etiquetas, y los negativos, me la traen bastante al pairo.
Si si, ya me podéis votar negativos ya! Lo que si os puedo asegurar es que éste pasado fin de semana estaba, sin ir más lejos, el Sr. Jordi Evole, montado en la cubierta del velero de Open Arms, en el puerto de Bcn, contando un cuento alegórico de los "pobrecitos" inmigrantes ilegales a todo un grupo de niños, de 8 o 10 años, con sus papis, ahí, aleccionandolos y condicionandolos desde bien pequeños, no sea cosa que al crecer sean capaces de pensar por si mismos más allá del discurso repugnante de la izquierda, que blanquea tanto a la inmigración ilegal, como la okupación.
Díganle al señor Juez, que vaya preparando un té. Porque de esos diez actores, no va aparecer ninguno. No vemos el jueves y ya me cuentas!
Son gente de bien que solo busca un futuro mejor, pobrecillos....a disfrutar de Open Arms y de los magníficos nuevos ciudadanos importados de los más brillantes centros de la excelencia en todas sus vertientes, a nivel mundial. Salud!