Aquella madrugada del 6 de abril de 2021, un hombre irrumpió en la casa de sus vecinas, en la calle de Sant Jaume de Maó, con un hacha en la mano con la que destrozó primero la puerta de la casa y luego parte del mobiliario. Las mujeres, presas del pánico inevitable ante el ataque del individuo, de 27 años de edad, no tuvieron otra alternativa que lanzarse por la ventana de la habitación de una de ellas, al patio interior, desde una altura de 3,20 metros. Como consecuencia las dos sufrieron múltiples y graves fracturas de las que tuvieron que ser intervenidas quirúrgicamente.
El tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial ha condenado al joven mahonés a seis años y un mes de prisión por los delitos de allanamiento de morada y dos delitos de lesiones. El fallo lo ha dictado tras la conformidad pactada entre la fiscal, la abogada de las víctimas, Ana Cegarra, y la de la acusación, Patricia Petrus.
En el acuerdo se ha considerado el atenuante de anomalía o alteración psíquica que padecía el acusado, y el agravante de disfraz, puesto que irrumpìó en la casa con un pasamontañas en la cabeza. En una primera declaración tras ser detenido dijo que había entrado en la casa para protegerlas, aunque en el transcurso de las diligencias indicó que no recordaba nada de lo sucedido.
Los hechos descritos son propios de una película de terror. A las 5.20 de la madrugada, el hombre salió de su casa contigua a la de sus vecinas, entró por la puerta principal del edificio con un hacha de grandes dimensiones, subió las escaleras y rompió la puerta de sus vecinas a hachazos. Las dos chicas, de 38 y 27 años, de nacionalidad marroquí, se refugiaron en la habitación de una de ellas al oír el estruendo cerrando la puerta con el pestillo, ya que el hombre destrozaba el mobiliario, puertas y ventanas al tiempo que gritaba. Una de las mujeres decidió arrojarse por la ventana al patio interior. El hombre consiguió romper la puerta de la habitación y entrar en ella, se acercó a la otra chica y le dijo mostrándole el hacha, que o saltaba o la mataba, por lo que esta se arrojó también por la ventana. A continuación él se asomó y continuó amenazándolas Ambas, como pudieron, se refugiaron en la casa de los vecinos de la planta baja, entrando por la puerta de la cocina. Minutos después llegaría la policía, avisada por otros inquilinos del edificio, y procedería a la detención del individuo, que no opuso resistencia tras se conminado por los agentes a que depusiera su actitud.
El apunte
Tendrá que indemnizarlas con 69.600 euros por las múltiples lesiones
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