Una de las imágenes de los vídeos

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Más de medio millón de visualizaciones -546.579- registran los vídeos de seis playas menorquinas    difundidos a través de la red social Youtube bajo el epígrafe «Walking Best Beaches». Las grabaciones fueron efectuadas este verano en una actividad que en principio puede parecer una promoción gratuita de la Isla, pero que en realidad tiene un afán de lucro y choca con la ley. En los vídeos aparecen centenares de bañistas, hombres y mujeres, muchas de ellas en toples,que ignoran estar siendo enfocadas por una cámara. Además, las grabaciones de estas playas donde aparecen personas practicando nudismo se venden en una plataforma de vídeos de pago.

Resulta obvio que nadie dio su consentimiento, ni mucho menos, para que los vídeos fueran compartidos en una red pública de vídeos que permite a los autores obtener un beneficio con su monetización. Los archivos también se anuncian en sus cuentas en otras redes sociales como Instagram, TikTok y Twitter.

Son Bou, con 287.294 visualizaciones, Cavalleria (27.750), Cala Galdana (109.157), Binigaus (13.150), Cala en Forcat (7.748) y Sant Tomás (107.478) han sido este verano las playas elegidas por la persona o el grupo de ellas que se dedican a realizar las grabaciones en enclaves marítimos de diferentes países.

En Balears registraron este verano, entre agosto y septiembre, las imágenes de las seis calas menorquinas mencionadas y otras 11 de Mallorca en recorridos continuados, desde el acceso a la bahía hasta el paseo de punta a punta de cada una de las playas.

En los vídeos, de unos 15 minutos de duración, el responsable de la grabación camina por la orilla y la cámara, posiblemente una Go Pro disimulada entre su atuendo, registra cuanto encuentra a su paso sin que nadie se inmute por ello.

Las grabaciones, de alto rango dinámico y con tecnología 4K, muestran por tanto la belleza natural de estos parajes de la Isla, lo que representa un reclamo turístico, y la imagen de todas las personas con las que se cruza durante el paseo o bien las que están tumbadas en la arena recibiendo los rayos de sol. No se detiene en ninguna escena concreta pero sí voltea la cámara hacia muchas personas que aparecen en primer plano durante el recorrido.

Además, «Walking Best Beaches» oferta otra versión de pago de los vídeos que factura a través de la plataforma Patreon en busca de mecenas para poder obtener financiación a sus actividades posteriormente difundidas en la red. El precio de suscripción es de 13 euros mensuales más IVA para acceder a «vídeos exclusivos» de esas mismas playas, completos y con desnudos sin censura, como promocionan explícitamente en algunos de ellos , supuestamente para satisfacción de voyeristas.

En otros de los archivos que sí pueden verse en abierto aparece pixelada o tapada con recursos gráficos digitales la parte superior del cuerpo de las mujeres en toples. En otros, sin embargo, la grabación es completa y nítida.

Es en la difusión de imágenes que atentan directamente a la intimidad de las personas donde descansa la ilegalidad de este tipo de grabaciones.

Está permitido grabar en la vía pública, y una playa está considerada como tal, pero publicar las imágenes de personas en concreto es una intromisión en su intimidad, según lo dispuesto en la Ley Orgánica 1/1982 de derecho al honor y a la propia imagen.

Gracias a los teléfonos móviles los delitos contra la intimidad de las personas, tipificados y recogidos en el Código Penal, crecen cada año pese al profundo desconocimiento de la legislación, y a que sean pocas las personas que reaccionan en contra cuando llegan a tener conocimiento de que su imagen está en las redes sociales sin haberlo consentido.

La evolución de la tecnología dificulta detectar cuándo se producen las infracciones y quiénes son sus responsables.

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