La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Balears juzgará este lunes a un hombre acusado de abusos sexuales por un encuentro sexual con un adolescente de 14 años al que conoció a través de una 'app' de citas.
La Fiscalía pide para el hombre una condena de tres años de cárcel, cinco años de libertad vigilada, una orden de alejamiento respecto a la víctima y el pago de una indemnización de 2.000 euros.
Los hechos se remontan a 2017, en Menorca, cuando el acusado y la víctima se pusieron en contacto a través de una 'app' de citas y concertaron un encuentro de carácter sexual en el domicilio del acusado.
La Fiscalía recoge que las prácticas sexuales llevadas a cabo fueron de común acuerdo, pero que el acusado «no preguntó nunca sobre la edad del menor». El Ministerio Público entiende que, por su aspecto y al haberse conocido a través de una página de adultos, pensó que el joven era mayor de edad.
También remarca que el procesado colaboró con la Policía permitiendo voluntariamente el registro de su domicilio, y que se mostró «muy abatido» por los hechos. Por estos motivos aprecia las circunstancias atenuantes de confesión y error vencible.
3 comentarios
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He pensado exactamente lo mismo que Clip y Crític, a la excesiva liberación del sexo añado demasiado propaganda LGBTI y demasiada publicidad erótica y sexual en el considerado "horario protegido" en la televisión (me acuerdo una vez mirando una peli de dibujos animados, pusieron la publicidad o del condón o de uno de estos aceites estimulantes o no sé qué). El sexo vende y lo ponen en todas las salsas, publicidad de coches, de perfumes, ...
Els pares dificilment poden controlar l'activitat on-line dels fills, a no ser que instal·lin un programa de control total que els permeti prohibir l'accés a determinats tipus de contingut i supervisar-ne la navegació. Això és possible, però alguns no ho volen fer perque entenen que això vulnera la llibertat individual dels seus fills. Sigui o no equivocada aquesta postura. De tota manera, no estem parlant d'un cas de simple navegació, sinó d'un cas en què un menor cercava sexe i això va molt més enllà d'un tema de simple ús de les xarxes. El problema és que avui en dia la possibilitat fa que algunes coses es converteixin en normals quan no ho són. Potser s'ha passat d'una excessiva repressió del sexe a una excessiva lliberació del sexe. No em sembla molt normal que algú, i menys un al·lot de 14 anys, sense conèixer una persona ni saber res de la seva vida (pe, si és o no portador del VIH o d'altres ETS), mantengui relacions sexuals només pel fet de poder contactar per una xarxa.
Antes que nada quiero condenar cualquier acto de abuso sexual a cualquier persona y más si es a un menos, pero que demonios hace un niño de 14 años en una app de citas? Dónde está el control de los padres?