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Un tribunal de la Audiencia Provincial juzgará próximamente a un joven de 23 años acusado de haber cometido un delito de abusos sexuales sobre una menor de 13 años de edad, en la playa de Punta Prima, en febrero del año pasado.

El Fiscal pide una condena de cuatro años de prisión para el acusado, además de una indemnización a la víctima de 1.000 euros, y una orden de alejamiento de ella a no menos de 100 metros durante tres años. Este mismo tiempo deberá pasarlo en libertad vigilada cuando cumpliera la pena de prisión si finalmente es condenado a ella tras la celebración del juicio.

La acusación particular solicita el mismo tiempo de condena para el acusado, y 2.000 euros de indemnización, prohibición de aproximación a ella durante cuatro años a menos de 100 metros, y libertad vigilada durante cinco años una vez haya cumplido la pena de prisión, si se le condena a ella.

El abogado defensor del acusado pide su libre absolución, ya que el joven niega todas las acusaciones al sostener que todo lo que hicieron fue consentido.

Los hechos denunciados por la menor acompañada por sus padres tuvieron lugar durante la noche del 8 de febrero del pasado año. La chica de 13 años y una amiga, esta mayor de edad, se reunieron con dos chicos en Maó para desplazarse a la urbanización de Sant Lluís donde el acusado, que no conocía a la víctima, tenía una vivienda vacacional. Tras pasar un par de horas en esa casa, los cuatro se dirigieron a la playa y ambas parejas se separaron.

Fue entonces, según la acusación, cuando el joven que ya se había besado con ella en su casa, realizó tocamientos a la menor a pesar de la negativa expresa de ella, por varias partes de su cuerpo. El amigo, al parecer, oyó los gritos de la chica y se aproximó a ellos. El presunto agresor depuso su actitud entonces y los cuatro regresaron en el mismo vehículo al puerto de Maó.

Ya en la zona de ocio, la menor explicó a otro amigo lo que le había hecho el acompañante en la playa de Punta Prima y este fue en su busca para recriminárselo. Ambos iniciaron una discusión a gritos hasta que una patrulla de la Policía Nacional la advirtió y se interesó por lo sucedido.

Tras tener conocimiento de la acusación de la menor, los agentes procedieron a la detención del acusado por un delito de abusos sexuales.