El hombre ha sido condenado por los delitos de conducción temeraria, omisión del deber de socorro y conducción sin licencia. Además de la pena de prisión, se le priva del derecho a conducir durante tres años y medio, se le impone una multa de 4.380 euros -así como el pago de las costas- y se decomisa su vehículo, un Porsche Cayenne.
El juicio se celebraba este lunes con un jurado en la sede de la Audiencia Provincial de Balears, en Palma. La defensa del acusado, ejercida por el letrado José de Juan López, ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía por el que el acusado ha reconocido los hechos y se ha evitado la celebración del juicio.
Así, el hombre ha admitido que el 7 de julio de 2015 conducía por la carretera de Sant Climent en dirección a Maó, realizando maniobras peligrosas, como adelantamientos prohibidos invadiendo el carril contrario.
Llegando a una rotonda situada frente a un colegio, el conductor superaba considerablemente el límite de velocidad de 50 kilómetros por hora. Al alcanzar el paso de peatones situado a unos metros de la rotonda, el hombre no aminoró la velocidad, a pesar de que el límite era ya de 30 km/hora y de que un peatón estaba cruzando.
A consecuencia de ello, el peatón tuvo que saltar hacia delante para evitar ser arrollado por el vehículo. Se trataba de un hombre que padece una invalidez física del 40 por ciento.
El acusado ha reconocido que se dio a la fuga aunque era consciente de que el peatón se encontraba tendido en el suelo, con el riesgo de que ser atropellado por otros vehículos.
Además, el hombre conducía aquel día a pesar de que se le había prohibido por una sentencia firme dictada apenas dos meses antes por otro episodio de conducción temeraria. Por ello, se ha apreciado una agravante de reincidencia.
1 comentario
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100% a que era guiri i no estarà a la presó el temps que posa aqui. Vergonya de sistema de justícia