El acusado, de 40 años de edad y nacionalidad española, había estado realizando graves insinuaciones de carácter sexual a la joven trabajadora de forma continuada, desde detrás de la barra mientras tomaba varias consumiciones, causándole desasosiego hasta decirle que la esperaría a que acabara de trabajar para mantener un encuentro sexual con ella. Por este motivo la mujer solicitó la ayuda del vigilante de seguridad, que fue quien avisó a la Policía Nacional de Maó.
«Procuré no hacerle caso a todo lo que me decía, pero cuando volvió de nuevo y me advirtió que él era una mala persona, que tenía que marcharse a Barcelona pero que no le importaba perder el avión para llevarme ofreciéndome droga, y que nadie se negaba a sus pretensiones ya sí que tuve temor», ha explicado la joven empleada. Esta, además decidió actuar y recurrir al vigilante «cuando vi que también se estaba insinuando a una discapacitada que estaba allí», añade.
Al poco tiempo se personaron en el lugar dos dotaciones del CNP que se dirigieron al individuo en cuestión y le indicaron que saliera del vestíbulo donde se encuentra la cafetería para proceder a interrogarle sobre lo sucedido, al tiempo que le identificaban.
El hombre se mostró contrario a atender a los agentes y tuvo una actitud chulesca con ellos llegando a amenazarles puesto que se negaba a ser chequeado. Finalmente salió al exterior junto a ellos pero continuaba reacio a colaborar hasta que llegó a escupir a uno de ellos. En ese momento los policías procedieron a su detención comunicándole el motivo.
El hombre fue trasladado de inmediato a las dependencias de la Comisaría hasta que fue puesto a disposición judicial.
Tras su detención en la Estación de Autobuses, otra mujer que presenció la escena con los agentes explicó a la camarera del bar que a ella también la había acusado con insinuaciones de tipo sexual esa misma tarde en la calle.
3 comentarios
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