El acusado escucha la lectura de la sentencia en la vista oral celebrada ayer en Maó. | M.J.U.

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El propietario de la empresa Salo Náutica SL, de Ciutadella, aceptó ayer la conformidad alcanzada por su abogado y el fiscal en relación a la acusación de los delitos contra los derechos de los trabajadores y lesiones por imprudencia debido al accidente grave que sufrió uno de sus empleados en mayo de 2015, al que no tenía dado de alta en la Seguridad Social.

La atenuante cualificada que supuso haber satisfecho ya los 46.532 euros al operario, en concepto de responsabilidad civil, por las quemaduras que sufrió en el 20 por ciento de su superficie corporal fue determinante para la rebaja de la condena que en un principio solicitaba el fiscal, Eduardo Norro, de dos años y medio de cárcel. Fue condenado finalmente a 9 meses de prisión por los dos delitos, que no deberá cumplir al aceptar fiscal y magistrado la petición de su abogado para que la ejecución de la sentencia quede suspendida si no vuelve a delinquir en los dos próximos años.

Del mismo modo, el acusado, de 47 años de edad, juzgado ayer en Maó, quedó inhabilitado para ejercer cualquier actividad o trabajo relacionado con la náutica por un plazo de 6 meses. El magistrado, Bartomeu Mesquida, no se opondrá, en principio, a la petición que hizo su abogado durante el juicio para que esta suspensión se inicie el 1 de octubre del presente año al objeto de no incidir en el trabajo de la empresa que continúa regentando el acusado en la temporada estival, de mayo a septiembre.

Tanto el operario, un hombre de 34 años, natural de la República Dominicana, como el empresario resultaron heridos la mañana del 14 de mayo de 2015 cuando limpiaban la sentina de una embarcación donde se ubica el motor, en la calle Sabaters, del Polígono Industrial de Ciutadella. Una chispa del aspirador que succionaba la gasolina que había quedado en la sentina provocó una explosión. Ambos sufrieron quemaduras, pero fue el operario quien se llevó la peor parte. Permaneció 24 días ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, mientras que el empresario pudo ser dado de alta pocos días después en el ‘Mateu Orfila'. El fiscal incluyó en su acusación que además de que el operario aún no había sido dado de alta en la Seguridad Social ya que había comenzado a trabajar hacía una semana, no se habían tomado las medidas de seguridad oportunas para evitar el accidente.